Los casos más habituales por los que decidimos lavar una prenda a mano suelen ser: porque es delicada, porque lo especifica directamente en la etiqueta, o porque necesitamos algo en concreto de forma urgente.

Cuándo lavar una prenda a mano

Lo primero que debemos hacer cuando queremos lavar una prenda es fijarnos en la etiqueta, en ella nos indicará cómo debemos hacerlo. Muchas telas como el satén, la lana o la seda pueden dañarse en la lavadora. Por este motivo, las prendas más delicadas requieren cuidado y un tratamiento especial.

¿Qué necesito?

Para lavar a mano tan solo necesitarás un recipiente suficientemente grande para que quepa la prenda completa, jabón específico para lavar a mano, agua, una toalla y una superficie plana para poder secar tu ropa.

Cómo lavar la ropa a mano paso a paso

Cuando la ropa es delicada, es muy importante prestar atención a la etiqueta. En ella se te indicará si tienes que lavarla en agua fría o puedes aplicarle cierta temperatura. Una vez comprobado esto, podrás comenzar con la limpieza.

  • Llena con agua el barreño para lavar y utiliza siempre la temperatura correcta para hacerlo.
  • A continuación, añade el jabón específico. Debes comprobar la etiqueta, ya que cada fabricante cuenta con unas instrucciones. En ella, te indicarán la cantidad exacta que deberás aplicar para cada tipo de tejido y el número de prendas. Disuelve bien en el agua, no deben quedar restos.
  • Introduce en el interior del balde con agua las prendas una por una y enjuágalas. En el caso de que alguna de ellas tenga una mancha, déjala a remojo durante media hora, de esta forma saldrá más fácilmente y no dañarás la tela al frotar.
  • Para manchas fáciles o limpieza normal, frota suavemente la tela contra sí misma mientras agitas el agua.
  • Una vez limpia de manchas, retira el agua del recipiente y enjuaga cada una de las prendas con abundante agua fría. Con ello, conseguirás eliminar todos los restos de jabón.
  • Puedes añadir suavizante si quieres un acabado más suave y si el tejido lo permite. Para hacerlo llena el recipiente con agua, añade el suavizante y deja en su interior la ropa durante 20 minutos. Trascurrido este tipo retira el agua.
  • Escurre el exceso de humedad haciendo presión con tus manos, pero sin retorcerlas para evitar que la tela se dañe.
  • Deja que se seque al aire. En el caso de que la prenda que estés lavando sea muy grande, como es el caso de los abrigos de lana, la mejor opción para que no se estropeen al secarlos es colocarlos sobre una toalla seca en una superficie plana.

Lavar a mano es muy sencillo si se siguen las directrices adecuadas y puede ser muy útil cuando tenemos un problema puntual con nuestra lavadora mientras acudimos a nuestro Seguro de Hogar MAPFRE para que puedan solventar el problema cuanto antes.