Sin embargo, no es necesario tirar toda esta ropa antigua, podemos reciclarla para sacarle aún algo más de partido. A la hora de reutilizar la ropa vieja existen multitud de posibilidades y, desde luego, ninguna relacionada con el uso que en un principio tuvieron estas prendas.

Crear ropa nueva a partir de la ropa vieja

Muchas veces, pequeños retoques nos pueden ayudar a reciclar ropa. Podemos pasar a tener una camiseta de playa de una blusa, un top de una camiseta, unos shorts de unos vaqueros… Es fácil reutilizar ropa vieja y convertirla en prendas nuevas. También podemos teñirla para darle un look diferente o crear accesorios como diademas, guantes, pañuelos… o incluso hacer una colcha o unas cortinas con la técnica patchwork que está tan de moda.

Probablemente, lo que a muchos no se nos había ocurrido es que la ropa antigua también puede utilizarse desde el principio, es decir, desde su base. Si deshacemos la ropa en hilos, después podremos usarlos para hacer piezas de ganchillo y crear bolsos o posavasos, por ejemplo.

Reciclar ropa para hacer trapos, títeres.

Una manera muy común de reciclar ropa es hacer con ella muñecos y títeres para los peques de la casa.

Otra forma de reutilizar ropa antigua es hacer con ella los clásicos remiendos y zurcidos para reparar otras prendas, pero también podemos utilizarla para crear cojines, forrar objetos decorativos, etc.

Pero, sin duda, el reciclaje de ropa antigua por excelencia es el de emplearla para hacer trapos que después usaremos en las tareas de limpieza del día a día. Reutilizar ropa de cualquier tipo de tela para limpiar los cristales, la cubertería o cualquier otra parte de la casa es bastante común.

Pero estas son solo algunas formas de reciclar la ropa antigua, si le echamos un poco de imaginación, se nos ocurrirán muchísimas más.