En la actualidad podemos encontrar en el mercado una amplia variedad de calefactores eléctricos de bajo consumo que nos ayudarán a controlar nuestra factura de la luz y también a no tener que desembolsar un gasto excesivo en aparatos que calienten nuestro hogar.

Ventajas de este tipo de calefactores

  • Este tipo de radiadores o calefactores eléctricos están elaborados con un fluido térmico que no contamina, por lo que no necesitan oxígeno ni combustible para quemarlo y producir calor.
  • Estos calefactores eléctricos son de aluminio y suelen llevar programadores para que sea mucho más práctico su uso.
  • Además, no será necesario un gran mantenimiento ni instalación para que funcionen correctamente y podrás trasladarlos a la estancia de la casa que desees. Al contrario que los calefactores de gas, no necesitan tuberías para funcionar y por ello, también ofrecen una mayor seguridad.

Dentro de la gama de radiadores de bajo consumo se encuentran los de termofluido y los de tecnología seca. Estos últimos generan un calor suave en toda la habitación, es decir, desde el suelo al techo, siendo completamente envolvente. Además en unos minutos están al máximo rendimiento.

¿Por qué utilizar estos calefactores?

  • Dado que funcionan enchufándolos a la corriente eléctrica, todas las casas cuentan con esta instalación y no es necesario otro tipo de montaje o construcción.
  • Te permiten encender todos los calefactores al mismo tiempo o sólo los que necesites en cada momento. De esta forma, el ahorro es considerable.
  • Son los más seguros si tienes niños en casa, ya que su temperatura exterior no es muy elevada y evita así, que los más pequeños puedan sufrir alguna quemadura en caso de que los toquen.

Conociendo las ventajas de los calefactores eléctricos de bajo consumo puedes colocarlos en tu casa y disfrutar de una temperatura confortable en cualquier habitación. Además, si quieres que esta sensación sea doblemente satisfactoria, no dudes en contratar un Seguro de Hogar MAPFRE y beneficiarte de todas sus coberturas para solventar los imprevistos que puedan ocurrir.