Existen miles de opciones de marcos y bastidores. Los hay de diferentes colores, materiales, acabados y estilos. Su elección no es algo que deba tomarse a la ligera, pues si nos equivocamos podemos hacer que este choque con el contenido, distraiga de lo que se muestra o, sencillamente, empeore la estética del conjunto. Pero, ¿cómo elegir el marco adecuado para un cuadro? Te damos las claves.
Claves para elegir el marco de un cuadro
Según la definición de la RAE, un marco es una «armadura o cerco que rodea a un objeto y sirve para reforzarlo o adornarlo«. Por tanto, lo primero que debemos pensar es que el marco que elijamos tiene que interactuar de alguna manera con la obra. No podemos elegir una moldura simplemente porque nos ha gustado, el marco y el cuadro deben caminar juntos. Es tal la importancia de este objeto que hay artistas que optan por no enmarcar sus obras, porque no quieren que haya nada que distraiga a la vista.
No es nuestro caso, porque si hemos llegado hasta aquí es porque queremos enmarcar un cuadro. Así pues, veamos varias cosas a tener en cuenta para acertar:
El color
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Marco y cuadro deben ser una armonía de color. No quiere decir que tengamos que elegir siempre los mismos colores, sino que se equilibren entre sí. Por ejemplo, si el lienzo tiene colores suaves podemos incorporar una moldura más llamativa y viceversa. Si los tonos del cuadro son estridentes, lo mejor es contextualizar la obra con marcos más pálidos.
También debes fijarte en los colores dominantes del cuadro para elegir el marco que mejore la pintura. Lo que siempre debes tener presente es que el marco debe ser menos llamativo que la obra de arte.
El estilo
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El estilo de la pintura debe determinar el del marco. Existen marcos más modernos, que se caracterizan por líneas limpias y sencillas, y otros más tradicionales, que suelen ser robustos y recargados. Por lo general, una obra clásica va a demandar un marco más tradicional, mientras que una obra moderna casa mejor con marcos sencillos. Pero si el cuadro está muy cargado es mejor optar por un marco discreto y viceversa.
El material
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La madera es el material más versátil, por lo que ante la duda siempre será una buena opción. Pero también podemos aventurarnos con otros que darán un significado diferente: aluminio, arpillera, MDF, metacrilato, plástico, de clip…
El contexto
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Es importante tener en cuenta el contexto, es decir, el lugar donde se va a colgar el cuadro. De lo contrario, podríamos caer en el error de elegir colores contradictorios para el marco y la pared.
Además, nunca hay que elegir un marco para que encaje con otros que ya se tienen. Una pared con varios cuadros queda mejor con distintos tipos, acabados y tamaños de marcos.
Marcos flotantes
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Los cuadros grandes quedan mejor con marcos y molduras más amplias. Incluso se pueden usar marcos flotantes (conocidos también como molduras en L o cajas americanas), que son aquellos que llevan el lienzo montado en el bastidor y dejan un ligero espacio entre el borde del cuadro y el marco, dando la impresión de que la obra está flotando. Estas enmarcaciones son idóneas para lienzos y obras realizadas sobre tabla.
Otros elementos de enmarcación
Además del marco, hay otros elementos que debemos tener en cuenta a la hora de enmarcar una obra: el paspartú y el vidrio.
El paspartú
El paspartú ayuda a centrar la pieza e identificar visualmente la obra. Su tamaño se elige en función de la obra y el marco.
Los cuadros de grandes dimensiones no suelen llevarlo, ya que en ellos no tiene ninguna utilidad. En los medianos se puede utilizar un paspartú proporcional a la moldura del marco, mientras que, en los pequeños, cuanto más reducidos sean mayor debe ser el paspartú.
Después, en función del tipo de pintura se emplea más o menos, por ejemplo, en las acuarelas o carboncillos lo recomendable es usar doble paspartú.
El vidrio
Si se trata de una acuarela, un carboncillo o un grafito, al ser más delicados, requieren ser enmarcados con vidrio, no solo por estética, sino porque de esta forma se conservan mejor. En estos casos, además, el vidrio no puede tocar directamente la pintura y debe estar elaborado con materiales libres de ácidos.
En fotografías y láminas también es interesante la elección de vidrio, no así en las pinturas al óleo, ya que impediría que el lienzo respire.
Existen muchos tipos de vidrios, los satinados son una buena opción por su baja reflectividad, ya que evitan interferencias con la obra. Una alternativa son los acrílicos o plexiglás, son ligeros, no se rompen, tienen protección UV, pero se rayan.
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