Quién no ha jugado de pequeño a construir su propia cabaña en el jardín. Unos cuantos palos, unas telas viejas y unos cojines y ya teníamos nuestro particular rincón en el que jugar y esconderse. Pues esas ideas que teníamos de niños nos pueden servir ahora para construir nuestros propios toldos de jardín. Solo hay que tener un poco de inspiración, los materiales y las herramientas necesarias, y muchas ganas de ponerse manos a la obra. El resultado será un espacio único que dejará con la boca abierta a más de uno.

Si no tienes tiempo para imaginar, pero te sobran las ganas de hacer tu toldo ‘Do It Yourself’, aquí van unas propuestas para que elijas la que más vaya con tus gustos.

Toldo aprovechando las paredes

Se trata de un toldo ideal para bajos o chalets con terrazas pequeñas. Necesitamos varias telas de colores que se coordinen entre sí y que uniremos unas con otras hasta hacer un cuadrado. La medida que debe tener es la del ancho de la terraza más dos metros. Uniremos un lateral de ese cuadrado a la pared de la terraza a una altura de 1,70 cm del suelo, aproximadamente. Haremos lo mismo con el lado opuesto del cuadrado en la pared de enfrente. Nos quedará una especie de techo de tela que estará a ras de nuestras cabezas.

Para darle altura en la parte central, haremos la estructura de madera. Necesitamos tres listones: uno, con la medida del largo del cuadrado, y dos, de dos metros. Los uniremos por sus extremos haciendo una U invertida donde las barras de los lados serán las que miden dos metros. Y lo colocaremos en el centro, debajo de la tela, y en paralelo con las paredes. Así, conseguiremos que la tela caiga a los lados del listón central.

Para que no se mueva con el viento, haremos dos moldes de cemento para usarlos como peanas en la estructura de madera.

Tienda a dos aguas

Ideal para hacer un rincón íntimo y personalizado. Ata una cuerda de un árbol a otro (o a los objetos que te puedan servir para colocarlo) y a un metro y medio de distancia con el suelo. Tiene que quedar bien tensa. A continuación, coloca sobre la cuerda una tela blanca de tejido ligero, como si tendieras una sábana por la mitad.

Hazte con un buen arsenal de cojines y mételos dentro. Colócalos de tal manera que sirvan como tope para que la tela quede abierta y quepáis dentro.

El resultado será una bonita cabaña improvisada con caída a dos aguas. Y si pones en el interior unas luces solares, tendrás un espacio de lo más apetecible para las noches de verano.

Sombra hula hoop

Necesitamos un hula hoop y telas viejas de, al menos, dos metros. Cortamos tiras a lo largo de unos cinco centímetros, aproximadamente. Cuando las tengamos, las atamos alrededor del aro hasta que lo hayamos tapado por completo. Cuanta más cantidad de tiras pongamos, mejor quedará el resultado final.

Cortamos otro retal de tela a la medida del aro y lo cosemos sobre éste a modo de sombrero.

Atamos cuatro cuerdas del aro, y lo colgamos todo del árbol más alto que tengamos. Y… voilà! Tenemos un rincón más que apetecible para huir del calor de esta estación, ya que las tiras de tela dan sombra, pero también dejan pasar el aire.

Carpa de cortinas blancas

Para los más manitas viene esta idea que tanto hemos visto en hoteles a pie de playa y en spas de lujo. Se trata de hacer una estructura de madera resistente para colocar sobre ella unas cortinas blancas. Haz un esqueleto cúbico con listones gruesos. La medida la puedes adecuar y calcular en función de lo que quieres colocar en su interior: dos tumbonas, un sofá de exterior…

Haz el techo con una tela blanca y cose en las esquinas lo que serían las cortinas. Si no se te da bien la costura, piensa que a veces el poner telas simplemente recortadas con tijeras le da un aire desenfadado y más auténtico. Si eliges esta opción, tendrás que grapar las cortinas a la barra superior. Hazlo colocando dos paños por cada lado y luego los atas con una cuerda rústica.

Tejado de brezo natural

Con varios listones de madera, hacemos una estructura que presente una caída a un agua. La parte más alta la pondremos pegando a la pared de la casa. Después, iremos colocando las planchas de brezo en el techo, de delante hacia atrás, siguiendo el mismo sistema que en la colocación de tejas en un tejado. Con ayuda de unas bridas, sujetaremos el brezo al esqueleto de madera.

Podemos completar la decoración colocando varias hileras de bombillas de diseño vintage que recorran la estructura de esquina a esquina. En el mercado, hay disponibles bombillas de led que funcionan con pilas, que serían la mejor opción en este caso. No hay que olvidar que el techo es de brezo y, en caso de lluvia, podría filtrarse algo de agua, con el peligro que eso supondría en caso de que las bombillas estuvieran enchufadas a la corriente eléctrica.

Si te animas a hacer tu propio toldo, ten en cuenta que, en caso de que ocurra algún imprevisto, el Seguro de Hogar MAPFRE podrá serte de gran ayuda.