Cuando pensamos en viajar a Alemania, lo primero que nos viene a la cabeza son sus castillos, su cerveza y el famoso Oktoberfest. Y, muchas veces, obviamos aspectos mucho más sabrosos, como su gastronomía.
La comida alemana típica combina ingredientes sencillos, como carnes, patatas o repollo, con técnicas culinarias que han pasado de generación en generación. Desde contundentes asados (ideales para combatir el frío) hasta panecillos con siglos de historia, los platos típicos de Alemania cuentan la identidad de cada región y son la mejor manera de acercarse a su cultura gastronómica.
Comida típica de Alemania: los platos que no te puedes perder
Schweinebraten o lomo de cerdo al horno estilo alemán
El Schweinebraten es un plato clásico bávaro que resume a la perfección la cocina del sur del país. Se trata de un lomo de cerdo marinado con diferentes especias y cerveza negra que se asa lentamente en el horno. La carne debe quedar tierna, mientras que la corteza, por el contrario, contará con una textura crujiente. Se suele acompañar con bolas de patata y col fermentada.

Königsberger Klopse o albóndigas en salsa de alcaparras
Las Königsberger Klopse son albóndigas originarias de la ciudad de Königsberg. Están hechas con carne picada de ternera o cerdo, pan y cebolla, cocinadas en caldo y servidas con una salsa cremosa que lleva alcaparras. Estas albóndigas son parte fundamental de las comidas alemanas tradicionales del este y muchos alemanes las asocian con la cocina casera de sus antepasados.

Salchichas: el emblema de la comida típica alemana
Hablar de comida típica de Alemania sin mencionar las salchichas sería imposible. Se dice que existen más de 1.500 variedades, cada una ligada a una región concreta. La Bratwurst, elaborada con carne de cerdo y especias, es quizá la más famosa; la Weisswurst, blanca y suave, se degusta más en Baviera acompañada de mostaza dulce; mientras que la Currywurst, inventada en Berlín, es un clásico callejero gracias a su curry en polvo.
Las salchichas no son solo comida: son parte de la cultura alemana. Se comen en mercados callejeros, en festivales, en puestos improvisados en cada ciudad y, por supuesto, en el Oktoberfest.

Sauerkraut y ensalada de col
La col fermentada (en alemán, Sauerkraut) es uno de los acompañamientos más típicos de las comidas alemanas tradicionales. Su elaboración es sencilla: col blanca fermentada durante semanas. Este proceso la convierte en un alimento muy saludable y digestivo.
Otra opción también muy habitual es la ensalada de col o Krautsalat, preparada con repollo crudo marinado en vinagre, aceite y comino. Tanto el Sauerkraut como el Krautsalat sirven de acompañamiento a carnes y pescados.

Schnitzel Holstein o filete empanado con huevo frito
El Wiener Schnitzel nació en Austria, pero Alemania lo adoptó y le dio una identidad propia: el Schnitzel Holstein. Esta versión consiste en un filete de ternera empanado y frito, coronado con un huevo frito y acompañado de anchoas y alcaparras.
La receta debe su nombre al diplomático alemán Friedrich von Holstein, que en la segunda mitad del siglo XIX pidió un schnitzel ‘más completo’ que el austriaco. Desde entonces, este plato se convirtió en uno de los más representativos del norte de Alemania.

Pretzel: todo un símbolo de Alemania
El pretzel es el pan más famoso de Alemania y un verdadero icono cultural. Con su forma de lazo entrelazado y recubierto de granos de sal, este pan tiene siglos de tradición y hoy en día se puede disfrutar en múltiples versiones: blando, crujiente o acompañado de mantequilla. En definitiva, pocas comidas alemanas tradicionales son tan universales y están tan ligadas a la vida diaria como el pretzel.

Apfelstrudel, el dulce más famoso de la gastronomía de Alemania
Entre los postres más famosos de Alemania destaca el Apfelstrudel, una fina masa rellena de manzanas, canela, pasas y, a veces, frutos secos, que se mete al horno hasta que queda crujiente por fuera y jugosa por dentro.
El Apfelstrudel se sirve caliente, espolvoreado con azúcar glas y acompañado, en muchas ocasiones, de helado de vainilla o crema batida. Es un postre imprescindible para quienes quieren descubrir la parte más dulce de la comida típica alemana.

En definitiva, la gastronomía de Alemania es tan variada como su geografía y su historia. Desde el Schweinebraten hasta el exquisito Apfelstrudel, pasando por salchichas, Schnitzel Holstein, albóndigas en salsa o pretzels, los platos típicos de Alemania son una experiencia que aúna sabor, tradición y cultura.
Probar recetas nuevas durante unas vacaciones no es solo una forma de alimentarse. Es descubrir siglos de costumbres y la identidad de cada región. Eso sí, como en cualquier viaje (e incluso estando en casa), no estamos exentos de sufrir cualquier tipo de intoxicación alimentaria o, incluso, tener una reacción alérgica a algún ingrediente nuevo. Y, para evitar que un susto pase a mayores, siempre conviene viajar con un seguro de viaje. En el caso del Seguro de Viajes MAPFRE, cuenta con un servicio de asistencia médica con cobertura de hasta 500.000 €, desde 3,66 € por persona al día.