Los periquitos, son aves de la familia de las psitácidas. Provienen principalmente de Australia. Estas constituyen una de las aves de compañía más populares en el mundo, por su apariencia física, su carácter sociable y su capacidad de imitar sonidos. Sin embargo, una de las dudas más frecuentes entre quienes deciden convivir con estas aves es cómo identificar el sexo de un periquito, ya que, a simple vista y especialmente durante las primeras etapas de la vida, la diferenciación puede ser un verdadero reto.
Recuerda que en los Seguros de Hogar de MAPFRE cuentas con la cobertura de Animales de Compañía para ayudar a tu mascota en lo que necesite.
Diferencias sexuales en periquitos
El dimorfismo sexual, es decir, las diferencias físicas visibles entre machos y hembras de una especie, varía considerablemente en el reino animal. En el caso de los periquitos puede llegar a ser muy complicado, sobre todo cuando no han alcanzado la madurez sexual, hay que decir que solo hay una psitácida con dimorfismo sexual real (los Eclectus), para las demás psitácidas es necesario realizar test de ADN o endoscopia.
A continuación, daremos unas pistas que nos pueden ayudar a diferenciar al macho de la hembra.
Claves visuales
La principal característica morfológica que permite distinguir el sexo de un periquito es la cera, que es el tejido que recubre la base del pico y en el que se localizan las narinas. Sin embargo, el aspecto de la cera varía según la edad, la mutación genética y, en ocasiones, el estado hormonal del ave.
Coloración de la cera
En los periquitos de la variedad tradicional o verde común, la cera resulta el indicador más fiable una vez que el ave ha alcanzado la madurez sexual, que suele ser entre los 5 y 8 meses de vida.
- Machos adultos: La cera adquiere un tono azul intenso y homogéneo
- Hembras adultas: La cera de las hembras maduras tiende a ser beige, marrón claro o marrón oscuro, y a veces muestra una textura rugosa o costrosa. En época reproductiva, el marrón se intensifica y la cera se engrosa.
- Periquitos jóvenes: En ambos sexos, la cera suele ser rosada, violácea o azul pálido, sin que se pueda distinguir con certeza el sexo hasta que se aproximan a la madurez.
Mutaciones y sus efectos en la diferenciación visual
No todos los periquitos presentan la misma paleta de colores ni las mismas características físicas, hay numerosas mutaciones que afectan el plumaje y la cera, como los periquitos albinos, lutinos, píos, entre otros.
- En mutaciones como el albino o el lutino, la cera de los machos adultos se mantiene en un azul pálido o rosado, y la de las hembras es blanco azulado o beige, complicando la identificación.
- En los periquitos píos, la cera puede mostrar una combinación de colores, por lo que la observación debe combinarse con otros indicadores, como la textura y el comportamiento.
- Algunas mutaciones ligadas al sexo, como la opalina y la canela, pueden presentar variaciones sutiles en la coloración de la cera, dificultando la diferenciación precisa.
Otros aspectos físicos relevantes
Además de la cera, existen otras diferencias visuales más sutiles, aunque menos fiables:
- Tamaño y estructura corporal: Los machos suelen ser ligeramente más esbeltos y estilizados, mientras que las hembras presentan un cuerpo algo más robusto y compacto, especialmente en época reproductiva.
- Forma de la cabeza: En algunos ejemplares, la cabeza del macho es más redondeada y la de la hembra es más aplanada, aunque esto no es una regla fija.
Comportamiento
El comportamiento de los periquitos puede dar pistas sobre el sexo del ave, pero este criterio no determina el sexo:
Machos
Los machos suelen destacar por ser más extrovertidos y ruidosos. Algunas de sus conductas más características incluyen:
- Canto: Los machos tienden a cantar o “parlotear” con mayor frecuencia, emitiendo una variedad de sonidos y silbidos. Esta conducta está relacionada con la búsqueda de pareja y la delimitación de territorio.
- Imitación de sonidos: Es más probable que sean los machos quienes desarrollen la capacidad de imitar palabras humanas o melodías.
- Exhibiciones de cortejo: En presencia de una posible pareja, los machos pueden inflar el pecho, balancearse de lado a lado, y ofrecer alimentos para atraer la atención de la hembra.
- Carácter sociable: Suelen acercarse con mayor confianza a las personas y otras aves.
Hembras
Las hembras suelen ser más reservadas y, en algunos casos, territoriales, sobre todo en época reproductiva. Comportamientos más comunes:
- Rascar y morder objetos: Cuando una hembra está en época reproductiva, mostrará una marcada tendencia a roer madera, papel o materiales blandos, pues busca simular la construcción de un nido.
- Actitud dominante: Es común que las hembras marquen su territorio y muestren mayor carácter si se sienten amenazadas o si comparten espacio con otras hembras.
- Menor vocalización: Las hembras pueden “chillar” o comunicarse, pero rara vez desarrollan el variado repertorio de sonidos de los machos.
- Protección de la jaula o el nido: Cuando se les proporciona un nido, muchas hembras lo defienden activamente y pasan largas horas en su interior, incluso sin pareja.

Métodos complementarios
En ocasiones, las diferencias físicas y conductuales no son concluyentes. Por ello, para quienes requieren certeza absoluta existen métodos complementarios:
- Sexado por ADN: Mediante una muestra de pluma o sangre
- Sexado endoscópico: Procedimiento veterinario que permite observar directamente los órganos reproductores, aunque es invasivo y poco habitual en animales de compañía.
Como veterinaria, recomiendo que, aunque las diferencias físicas y comportamentales pueden ayudar a distinguir entre machos y hembras, si necesitas una confirmación absoluta—ya sea para reproducción o para introducir un nuevo ejemplar—los métodos complementarios son la opción más fiables.
Por suerte, es bastante fácil conocer su sexo, puesto que no solo se diferencian por su aspecto físico, sino también por su comportamiento. ¡Aprende a diferenciarlos con este vídeo!