Cóctel de frutas con salsa de mango

Para empezar, corta la piña de forma longitudinal. Reserva la cáscara para montar el postre y limpia bien el interior. Corta la carne de la piña en pequeños trozos y reserva.

A continuación, limpia y corta en trozos más o menos medianos el plátano, el kiwi, la fresa y el mango. Viértelos en un recipiente amplio, añade la piña que cortaste en el paso anterior y mezcla bien todos los ingredientes.

Una vez hecha la base de nuestra ensalada de frutas, vamos a proceder a elaborar la salsa que regará el postre. Para ello, pon en un bol los dos yogures naturales azucarados, la mitad de un mango y el azúcar. Remuévelos con la batidora hasta conseguir una salsa suave y cremosa y viértela sobre las frutas.

Para montar la nata, vierte en un recipiente o cuenco grande (ten en cuenta que la nata va a crecer, por lo que vas a necesitar suficiente espacio) la nata para montar, instala la varilla correspondiente en la batidora y comienza poniendo una velocidad baja. A medida que la nata vaya adquiriendo cierta consistencia, puedes ir incrementando la potencia de la batidora.

Cuando la nata esté casi montada, añade poco a poco el azúcar glas sin parar de batir, para que no se corte el proceso y la nata adquiera la consistencia deseada.

Una vez hecha, incorpora unas dos cucharadas de la nata montada en el cóctel de frutas y remueve. De esta manera, conseguirás que tenga más cuerpo y una solidez más estable. Reserva el resto de la nata para la decoración final.

Con esto, ya solo nos queda decorar el postre. Rellena la cáscara de la piña que reservaste en el primer paso con la macedonia de frutas, pon una capa gruesa de nata montada y coloca láminas de fresas y kiwis por encima. Si quieres, puedes añadir bolas de chocolate o cualquier otro adorno que te guste para darle más color.

También puedes presentar el postre servido en copas, coronadas con una capa de nata y una rodaja de fresa o kiwi.

En realidad, un cóoctel de frutas acepta muchas variantes y, como no, muchos tipos de frutas, por lo que la imaginación será nuestro único límite. En algunas regiones se le denomina “ensalada de frutas”, “tutti frutti” o “macedonia”, pero su resultado es el mismo. Otra opción es cortar varias frutas en porciones medianas, marinar los trozos en un sirope de agua y azúcar y regarlos en el zumo de una naranja. Esta combinación aportará una mezcla de sabores cítricos y dulces excepcional. Para los más golosos, no habrá mejor acompañamiento para el cóctel de frutas que un sirope de chocolate, un helado o gelatina casera.