Si ya te has decidido a alquilar alguna de las habitaciones de tu casa, lo más recomendable es firmar un contrato con el arrendatario para que ambas partes estéis satisfechas. Te contamos cómo puedes hacerlo.
¿Cómo alquilar una habitación?
Si tienes una habitación en casa que no usas y quieres sacarle rentabilidad, puedes alquilarla, ya que es una figura totalmente legal en España. También es posible que tengas un piso y quieras alquilar habitaciones a distintas personas, algo muy frecuente cuando la vivienda se dedica al uso de estudiantes en zonas universitarias.
Por tanto, se trata de un acuerdo mediante el que una persona alquila una habitación dentro de una vivienda compartida, en la que el inquilino dispone de un espacio privado y otro que comparte con el resto de compañeros.
Debes tener en cuenta que el alquiler de habitaciones está regulado por el artículo 1554 y siguientes del Código Civil, por lo que es legal, pero debe adaptarse a los requerimientos recogidos en la normativa.
Por otro lado, desde la entrada en vigor del Real Decreto 1312/2024 (que empieza a aplicarse desde julio de 2025), es obligatorio registrarse como arrendador si vas a alquilar habitaciones por periodos cortos (menos de un año o cursos académicos, por ejemplo). Y ese número de registro oficial tendrá que aparecer tanto en los anuncios como en los contratos. En caso contrario el anuncio podría ser retirado y el propietario sancionado por ello.
¿Qué debe incluir un contrato de alquiler por habitaciones?
Como ya hemos señalado, los contratos de alquiler de habitaciones están regulados por el Código Civil, no por la Ley de Arrendamientos Urbanos, que es la que rige en el resto de contratos. Por tanto, se dan una serie de particularidades que debes conocer y de apartados que deberás incluir para que cuente con todas las garantías legales.
Duración del contrato
La duración se pacta entre el propietario y el inquilino y normalmente se fija en plazos de meses, semestres o cursos académicos. Cuando finaliza el contrato, ambas partes pueden decidir si quieren firmar uno nuevo o no ya que no existe derecho a prórroga automática.
Fianza
La fianza, aunque no es obligatoria, es recomendable como garantía para el propietario ante posibles daños o impagos. El importe de la misma dependerá del acuerdo alcanzado entre ambas partes y no es necesario depositarla en los órganos correspondientes a vivienda de la administración autonómica.
Gastos
Los gastos derivados de los suministros de la vivienda deben asumirse por los inquilinos, por lo que los consumos de agua, luz e internet generalmente están incluidos ya en el precio del alquiler. No obstante, a la hora de hacer el contrato es necesario que esto quede por escrito para evitar problemas. Por otro lado, los gastos derivados de impuestos municipales o tasas suelen correr por cuenta del arrendador.
Además de lo indicado anteriormente, el contrato de alquiler de una habitación debe incluir una serie de información específica en la que se pueda regular exactamente qué se alquila y cuáles son los derechos y obligaciones, tanto del arrendador como del arrendatario:
- Habitación que se alquila: es necesario indicar la ubicación dentro del piso, la descripción de la misma y el inventario en el caso de que esta disponga de muebles.
- Definición de las zonas comunes: deberá indicarse si el inquilino tiene derecho a utilizar determinadas zonas de la vivienda como pueden ser el baño, la cocina o el salón.
- Precio mensual de la habitación y servicios incluidos: aquí se indicará el precio de la habitación y qué gastos y servicios están incluidos. Es decir, si entra la calefacción, Internet, el agua…
- Reparto de los gastos
- Clausulas adicionales sobre subidas de precio ya que estos no se rigen por el IPC o el Índice de Referencia de Actualización de Alquileres de Vivienda (IRAV) del INE. En el caso de los alquileres por habitaciones, las subidas dependen de lo que acuerden ambas partes en el contrato. De hecho, el propietario puede decidir subir el alquiler, siempre que haya un nuevo acuerdo o se firme un nuevo contrato al terminar el anterior.

Alquilar una habitación sin contrato
Puedes alquilar una habitación sin contrato escrito, pero no es lo más recomendables ya que puede suponer impagos o conflictos con respecto a las condiciones que se han pactado. Es por tanto, una buena opción, redactar un contrato en el que todos los aspectos que van a regular la relación de alquiler queden por escrito y firmados por ambas partes.
Alquiler de habitaciones y nueva normativa
Como ya hemos señalado, es obligatorio que los arrendamientos por habitaciones se registren de manera obligatoria, esto se traduce en que las plataformas digitales de alquiler tienen también la obligación de comprobar que los anuncios que se publican cumplen con la normativa vigente. En caso de que un propietario publique un anuncio sin el número de registro oficial, este puede ser retirado, y el anunciante se puede enfrentar a sanciones administrativas.
Además de redactar un contrato en el que se incluyan todos los apartados anteriores, para hacer frente a muchos imprevistos que puedan surgir durante la convivencia, lo más recomendable es contratar un Seguro de Hogar MAPFRE.