Cada vez son más las personas que deciden llevarse a su perro de vacaciones y compartir momentos con ellos también en vacaciones. Por suerte, hoy en día hay muchas playas que permiten la entrada de perros, pero es necesario que estés preparado para que sea seguro y cómodo para todos. Te damos algunos consejos para que puedas disfrutar con tu mascota de un día de playa.
Recomendaciones para ir con tu perro a la playa
Lo primero que debes saber es que no todas las playas admiten mascotas, ya que se considera que pueden molestar al resto de personas que hacen uso de la playa. La mejor opción es que lo compruebes con antelación para asegurarte de que puedes estar con tu mascota en la paya. En este sentido, es importante señalar que desde mayo de 2025, los perros de asistencia (no solo perros guía) tienen acceso garantizado a todas las playas y espacios públicos, siempre que no entren al agua, estén identificados y cumplan con sus obligaciones de formación y comportamiento. Es muy importante tener esto en cuenta ya que de llevar a tu perro a una playa en la que no esté permitido el acceso de mascotas puedes enfrentarte a multas que van desde los 90 hasta los 3.000 €, según el municipio.
Encuentra una playa pet friendly
A la hora de elegir la playa, no solo basta con que se admitan perros. Es decir, aunque puedan entrar contigo, en algunas es necesario que los perros lleven correa o bozal, mientras que otras solo permiten el acceso a perros pequeños. Si quieres evitar problemas, comprueba las particularidades de la misma.
Accesorios para ir con tu perro a la playa
Al igual que tú también llevas un bolso con todo lo necesario para pasar el día en la playa, debes preparar una bolsa para tu mascota. En ella deberás meter un bebedero portátil y agua fresca para que pueda beber e hidratarse de manera adecuada. No olvides su toalla ya que le servirá, además de para secarse para poder tumbarse en la arena sin quemarse, y las bolsas para recoger sus excrementos. Si quieres que esté entretenido, llévale algún juguete que sea resistente al agua o a la arena.
Por otro lado, además puedes llevarle snacks congelados que puedes preparar en casa: cubitos con caldo de pollo (sin sal), pequeños trozos de fruta congelada como sandía o melón (sin semillas) o incluso helados especiales para perros que venden en algunas tiendas. Después de jugar y correr por la arena, darle uno de estos snacks es como ofrecerle un premio fresco y delicioso. Les encanta, y además ayuda a mantenerlos hidratados.

Protege a tu perro del calor
A los perros también les afecta el calor, y mucho. Un golpe de calor puede ser peligroso, así que no lo subestimes. Busca siempre un rincón con sombra o lleva una sombrilla grande para crear un pequeño refugio. Puedes usar un pulverizador pequeño con agua para refrescarle el cuerpo.
Las horas más adecuadas para ir son antes de las 11 de la mañana, cuando hace menos calor, o por la tarde a partir de las 5. Además, hay menos gente, así que seguro que estaréis más cómodos.
Preocúpate de que esté bien hidratado, ofreciéndole agua fresca en todo momento. Y no te olvides de llevarte protección para los rayos solares. Los perros también pueden quemarse con el sol en las zonas que no están protegidas por el pelo, como la barriga o zonas más despobladas.
Si tu mejor amigo es de pelo corto, tiene el pelaje blanco, o presenta una nariz rosada, puede ser más propenso a las quemaduras. Las zonas más delicadas son la barriga, las orejas o la nariz. Consulta a tu veterinario para que pueda recomendarte cremas solares específicas para perros, siempre con un factor solar superior a 30. Por último, no uses cremas humanas ya que podrían ser tóxicas para ellos. En los Seguros de Mascotas de MAPFRE contarás con grandes veterinarios que sabrán darte las mejores recomendaciones.
Precaución en el agua del mar
Por muy buen nadador que sea tu perro, nunca lo dejes solo ya que las corrientes, el oleaje o incluso el cansancio pueden jugarle una mala pasada. Si es la primera vez que va a bañarse, mejor empezar despacio. Puedes entrar con él hasta las rodillas, sujetándolo con suavidad, para que se familiarice poco a poco con el entorno. Y si el agua está muy fría y fuera hace mucho calor, cuidado con el contraste porque el choque térmico puede afectarles mucho. Además de no dejarlo solo, en la actualidad existen chalecos salvavidas para perros que pueden ser una buena opción si vas a pasar muchas horas cerca del agua o si viajas en barco.
Mantén a tu perro vigilado
No te confíes, ni siquiera con perros súper obedientes. La emoción de la playa, los olores, otros perros o simplemente el entorno nuevo pueden hacer que tu amigo se descontrole un poco. Si ves que está nervioso o que le cuesta mantenerse tranquilo, mejor mantenerlo atado durante los primeros minutos, hasta que se adapte. Sobre todo, los cachorros que son más traviesos, juega con ellos para cansarlos y conseguir que se relajen para que se tumben tranquilos a tu lado.
Aunque tu perro tenga chip, no está de más ponerle una plaquita visible con tu número de teléfono. Si por cualquier motivo se asusta y sale corriendo, facilitará muchísimo que alguien pueda llamarte cuando lo encuentre.
Al volver de la playa
Al acabar la jornada playera, las obligaciones con tu mascota no terminan. El agua salada y la arena no son precisamente buenos aliados para su piel o su pelaje. Antes de subir al coche o entrar en casa, acláralo bien con agua dulce. Si puedes, báñalo con un poco de champú suave para eliminar restos de sal y arena. Si tu perro tiene pelo largo, cepíllalo bien para evitar nudos. Y revisa especialmente las orejas y los ojos ya que a veces puede entrarles agua salada que puede provocar irritaciones o infecciones si no se limpia bien.
Disfrutar de la playa con tu perro es maravilloso, pero también es importante respetar el entorno natural. No dejes basura ni restos, recoge siempre sus necesidades, y evita que persiga a aves o destruya zonas protegidas como dunas o vegetación.