Norma de uso de extintores, consejos

Norma de uso de extintores, consejos
5 Min de lectura
Facebook
WhatsApp
Email
LinkedIn
Twitter

Ni todos los fuegos se apagan igual, ni todos los extintores poseen las mismas características. Por eso es importante seguir la norma de uso de extintores, ya que una mala utilización o una incorrecta elección de los mismos puede generar un peligro aún mayor.

Resumen del contenido

  1. ¿Qué es un extintor?
  2. ¿Sabías que no todos los extintores sirven para todos los fuegos?
  3. Tipos de agentes extintores
  4. Tipos de extintores por tamaño
  5. ¿Cómo se utiliza un extintor?

¿Qué es un extintor?

Un extintor es un aparato portátil diseñado para apagar incendios cuando acaban de empezar. Es decir, cuando las llamas aún no se han descontrolado. Se trata de un cilindro de metal con forma de bombona que tiene en su interior un agente extintor. Al abrir la válvula, este sale por la boquilla para apagar el fuego. Dependiendo del tipo de fuego que quieras apagar existen distintas opciones.

¿Sabías que no todos los extintores sirven para todos los fuegos?

Cada extintor lleva en su etiqueta una letra bien visible que indica el tipo de fuego que puede apagar:

  • Clase A: para fuegos con materiales sólidos como madera, papel o cartón. Vamos, los típicos fuegos de muebles o basura.
  • Clase B: si lo que arde es un líquido como gasolina, aceite o pintura.
  • Clase C: pensado para fuegos provocados por gases como butano o propano.
  • Clase D: para fuegos con metales, como magnesio o aluminio. Son raros y suelen estar en el sector industrial.

La mayoría de los que vas a ver en oficinas, casas o tiendas serán de tipo A, B o C, porque son los más habituales. Los de clase D, podrás encontrarlos en fábricas o talleres muy especializados.

Tipos de agentes extintores

Aquí viene lo importante: no es lo mismo apagar fuego con agua que con polvo o con CO₂. De hecho, si usas el extintor equivocado puedes empeorar la situación. Por eso siempre es mejor conocer qué hace cada uno.

  • Extintores de agua: están pensados para fuegos de clase A ya que el agua apaga rápido papel, madera o ropa. Lo bueno es que no contamina, no huele mal y no deja residuos raros. ¿El problema? Nunca los uses si hay electricidad de por medio o líquidos inflamables ya que en estos casos harás que el fuego se expanda.
  • Agua pulverizada: provocan una lluvia suave, sirven para sólidos y algunos líquidos. Al igual que en el caso anterior no deberás usarlos si hay electricidad de por medio.
  • Espuma: se utilizan para líquidos inflamables ya que la espuma cubre el combustible e impide que siga quemando. Además, hoy en día son ecológicos. Eso sí, como los anteriores no deben usarse sobre material eléctrico.
  • Polvo: son los más habituales en edificios y oficinas ya que son válidos para fuegos sólidos, líquidos y gaseosos (A, B y C) y son seguros incluso si hay electricidad.
  • Dióxido de carbono (CO₂): son los más usados para acabar con incendios provocados por electricidad o en los que existan aparatos electrónicos. El CCO₂ es un gas y por tanto no conduce la electricidad. Este tipo de extintores son aptos para fuegos de tipo A, B y C. Es importante que sepas, que no debes tocar nunca el gas para evitar quemaduras en la piel.

Tipos de extintores por tamaño

Al igual que ocurre con los usos y los agentes extintores también hay distintas opciones y tamaños de extintor. Como norma general se dividen en dos grupos: portátiles y móviles:

Los portátiles son aquellos que suelen pesar entre 2 y 20 kilos y son los que puedes encontrar colgados en la pared. También, dentro de los portátiles suelen estar los dorsales que son un poco más grandes y tienen un peso de hasta 30 kilos. Estos están pensados para que se puedan colgar a la espalda. Por último estarían los móviles que son aquellos que llevan ruedas y que se utilizan en naves industriales o almacenes de gran tamaño para poder desplazarse con ellos fácilmente de un lugar a otro.

Debes tener en cuenta que el peso no tiene que ver con su capacidad, ya que el extintor, independientemente de lo que pese tan solo tiene una autonomía de entre 18 y 20 segundos de descarga continua.

¿Cómo se utiliza un extintor?

Entre las normas de uso de extintores portátiles más básicas, debemos tener en cuenta, en primer lugar, las características del aparato, las normas para su correcta utilización y las precauciones a tomar, que figuran en la etiqueta de cada uno de ellos. No obstante, teniendo en cuenta la tensión del momento, sería aconsejable tener un mínimo de conocimiento previo sobre el fuego y el funcionamiento práctico de los aparatos extintores.

Dentro de las precauciones generales se debe tener en cuenta la posible toxicidad del agente extintor o de los productos que genera en contacto con el fuego. Pero también, hay que mantener la seguridad en todo momento ya que existe la posibilidad de que se causen quemaduras en la piel o daños por estar demasiado cerca del fuego. Por otro lado, es posible que se den reacciones químicas peligrosas que hay que tener en cuenta. Una vez valorado, te contamos cómo se usa de manera adecuada un extintor:

  1. Coge el extintor por la maneta o asa y colócalo en el suelo en posición vertical.
  2. Si tiene manguera, agárrala por la boquilla, no por el tubo y no dirigirla hacia las personas. Si es de CO₂, busca la parte aislante para no quemarte.
  3. Comprobar en caso de que exista válvula o disco de seguridad que están en posición sin peligro de proyección de fluido hacia el usuario.
  4. Quita el pasador de seguridad tirando de la anilla.
  5. Acércate al fuego, pero con cuidado. Debes tener en cuenta también la forma el tipo de extintor y la boquilla. En el caso de extintores de polvo ABC y con boquilla plana la distancia deberá ser de 2 metros, si es necesario puedes ir acercándote poco a poco, cuanto tiene boquilla redonda, deberás colocarte a 4 metros. Cuando se usan extintores de CO2 deberás hacerlo a una distancia de un metro. También debes tener en cuenta el espacio en el que estás, ya que si estás al aire libre deberás colocarte de espaldas al viento para que el humo no te dé en la cara.
  6. Aprieta la maneta y, en caso de que exista, apretar la palanca de accionamiento de la boquilla.
  7. Dirige el chorro a la base del fuego. No al humo ni a la parte alta.
  8. Si el incendio es de líquidos, haz un barrido suave de lado a lado. Evita lanzar el chorro de golpe para no esparcir el líquido ardiendo.
  9. Si es sólido, cuando se apaguen las llamas, remueve las brasas y echa más agente encima para que no vuelva a prenderse.
  10. No lo hagas solo si puedes evitarlo.
  11. Nunca permitas que el fuego se interponga entre tú y la salida. Piensa siempre por dónde puedes escapar.
  12. Si puedes, retira objetos combustibles cercanos y si es posible, corta la electricidad desde el cuadro.

Y lo más importante: no te pongas en peligro. Si dudas, si el fuego es demasiado grande o no te ves capaz, sal enseguida y llama al 112.

Revisa los extintores de casa o del trabajo de vez en cuando y comprueba que no estén caducados o necesiten mantenimiento, para que estén siempre a punto si necesitas utilizarlos.

En cualquier caso, es importante contar con la cobertura de incendios del Seguro de Hogar MAPFRE para que, ante una situación de peligro como esta, contemos con todas las garantías.

CALCULA TU PRECIO

Seguro de viajes 10% de descuento

Seguro de viajes 10% de descuento

Calcula tu precio
Seguros para Animales

Seguros para Animales

Calcula tu precio