¿Te toca hacer el cambio de armario y al abrir las cajas has encontrando una desagradable sorpresa? Tras pasar varios meses en el armario almacenadas, es muy probable que los tejidos acumulen olores. Te contamos cómo puedes eliminar el olor a ropa guardada.
¿Cuándo hacer el cambio de armario?
Con la llegada de la primavera y el otoño se produce un fenómeno en todos los hogares del mundo: el cambio de armario. Es una tarea ardua y en la que debemos recoger todas aquellas prendas que ya no nos ponemos para reemplazarlas por las más adecuadas para las condiciones climatológicas del momento en el que nos encontremos.
Además, es un momento ideal para deshacerte de todo aquello que no vas a ponerte o que simplemente se ha estropeado. Existen distintos métodos para almacenar la ropa, desde el uso de bolsas envasadas al vacío, hasta cajas de cartón o plástico que posteriormente puedes guardar en algún armario hasta que las necesites.
Debido a que los tejidos pasan muchos meses guardados en lugares que se encuentran cerrados, puede propiciar la aparición de olor a humedad, sobre todo, si la zona en la que los almacenas no cuenta con buena ventilación. Sea como sea, es inevitable que cuando las recuperes puedas eliminarlo fácilmente. Toma nota de los siguientes consejos para que puedas disfrutar de tu ropa con cada cambio de armario.

¿Cómo eliminar el olor a humedad?
El olor a cerrado es uno de los más comunes cuando abrimos las cajas en las que almacenamos la ropa que no hemos usado durante toda la temporada. Este olor es el más sencillo de eliminar y se debe, sobre todo, a que las prendas han pasado mucho tiempo en lugares que no han sido ventilados con frecuencia.
- Si dispones de secadora puedes aprovecharla para eliminar el olor a cerrado de tu ropa. Introduce las prendas y activa el programa de aire frío durante media hora. Tras ello lava la ropa con tu programa habitual. También puedes añadir al lavado una bola de secado con unas gotas de aceite esencial (como lavanda o eucalipto) para que las prendas salgan con un aroma fresco y agradable.
- En el caso de que no dispongas de secadora, puedes eliminar el olor tendiendo tu ropa al aire libre una vez que la hayas sacado de las cajas. Será suficiente con que las dejes en el exterior durante toda la noche para que se airee correctamente. A continuación, lávala como de costumbre antes de ponértela.
- Si no puedes tenderla fuera, colócala cerca de una ventana abierta o en una habitación bien ventilada, y acompaña el proceso con un deshumidificador o con recipientes de sal gruesa que ayuden a absorber la humedad del ambiente.
Cuando la ropa, además de almacenarse en un lugar cerrado, lo hace en un sitio húmedo, corres el riesgo de que tus prendas se estropeen o adquieran un aroma muy desagradable. Cuando este olor se manifiesta se debe a que en tu ropa se encuentran incrustadas esporas y moho.
Si al abrir las cajas te has encontrado con este olor, también puedes hacerlo desaparecer utilizando vinagre blanco o bicarbonato sódico. Para ello, debes realizar el siguiente procedimiento:
- Mete tu ropa en la lavadora.
- Prográmala de la forma habitual, pero no añadas ni detergente ni suavizante.
- Espera unos minutos hasta que se llene de agua.
- Para el programa y añade una taza de bicarbonato de sodio o de vinagre blanco.
- Deja que el programa finalice y tiende la ropa en el exterior para que se seque al aire libre.
Si a pesar de ello, el olor sigue siendo persistente puedes repetir el lavado añadiendo unas gotas de árbol de té ya que este componente tiene propiedades antifúngicas. Debes hacerlo durante el aclarado. Por otro lado, si el tejido lo permite, puedes utilizar un ciclo de lavado con agua caliente para eliminar el moho y las bacterias que causan el mal olor.
En estos casos, para evitar que la ropa huela mal o se estropee, la mejor opción es que antes de guardarla te asegures de que está completamente seca. Además, puedes incluir dentro de las cajas bolsitas de tela con carbón activado, arroz o productos antihumedad.
Recuerda que con tu Seguro de Hogar MAPFRE también puedes proteger tu ropa, ya que todas tus pertenencias están a salvo de cualquier humedad o fuga en el interior de tu vivienda.