El appaloosa, un caballo con manchitas moteadas

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Muchos conoceréis esta raza de caballo porque es muy habitual verla en las películas ambientadas en el oeste americano cabalgada por los indios.

Historia y orígenes 

Los orígenes de esta raza se remontan a muchos siglos atrás, pues los expertos aseguran que ya en las pinturas rupestres de hace más de 20.000 años se podían encontrar representados caballos moteados. Pero no es hasta el siglo XVI en adelante cuando empieza a adquirir gran importancia gracias a los indios Nez Perce, que toman a este animal como su caballo de confianza y se dedican a la cría y reproducción del mismo, eligiendo a aquellos que poseían mejores cualidades y mejorando la raza hasta conseguir el caballo que conocemos hoy en día.

Actualmente, una asociación de Idaho es la encargada de que no se pierda esta raza y se mantengan los caballos de la tribu Nez Perce. 

Características del appaloosa

En cuanto a las características físicas de estos caballos, la más destacada es que tienen una piel moteada única entre todas las razas, dando así un aspecto de poseer pecas que los hará fácilmente reconocibles e identificables en comparación a otros caballos.

También es muy normal que presenten rayas en los cascos de tonalidades claras y oscuras, intercaladas con el negro habitual de esta parte del cuerpo del caballo.

Mencionar también que la esclerótica ocular, o la capa de tejido que recubre la mayor parte del ojo, es de un color blanco claramente visible a diferencia de otras razas. No debemos olvidarnos de su físico, ya que son bastante fuertes y musculosos. 

Si hablamos de su comportamiento, hay que decir que se trata de animales sensibles y dóciles además de inteligentes, por lo que están bien capacitados y dispuestos hacia el aprendizaje. Son, por tanto, muy adecuados para la doma y el adiestramiento.