¿Qué falta y qué sobra en tu armario?

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Guardar todo no es una buena estrategia y, desde luego, no es hacer fondo de armario. Tarde o temprano, según la suerte que tengas, te vas a quedar sin espacio para seguir almacenando y tendrás que enfrentarte a la temida limpieza de vestuario, o lo que es lo  mismo, a la irremediable decisión: hay que reciclar, tirar y donar ropa para poder subsistir con orden y salud mental en cualquier hogar.

Saber elegir la ropa que hay que guardar y las prendas que necesitan otros destinos fuera de tu armario, no es tan complicado si observas algunas reglas básicas y tienes salidas funcionales y ecológicas para la ropa que tú ya ni quieres ni necesitas. De una forma ordenada y con recursos, lograrás crear un perfecto fondo de armario con las prendas imprescindibles. Si en tu criba se quedan fuera algunas prendas de denim, te enseñamos a darles una segunda oportunidad.

Las preguntas esenciales para organizar tu armario

Lo primero para hacer un fondo de armario 10 es sacar toda la ropa que tienes dentro de tu ropero y someter al interrogatorio básico a cada una de las prendas que tienes, para saber si debes buscarle sitio dentro de nuevo u valorar otras opciones para ellas. Para que este truco surta efecto es esencial tu sinceridad y compromiso: no te saltes ni una sola prenda y no busques excusas para ninguna.

• ¿Me he puesto alguna vez en los últimas dos temporadas esta prenda? Si la respuesta es no,  su lugar está fuera de tu armario.
• ¿Cuál es el estado de la prenda: color, textura, roturas…? Si presenta mal aspecto es mejor que no la guardes de nuevo.
• ¿Qué recuerdos me trae? Si solo ver una falda o un pantalón, por ejemplo, recuerdas lo incomodo que te hace sentir, no es una prenda para fondo de armario.
• ¿Tiene la talla adecuada? Olvídate de seguir guardando ropa por si engordas, por si adelgazas o por si creces… no es una buena idea y desde luego, no son prendas de fondo de armario.

El test de las prendas te sirve para elegir qué ropa guardar de una temporada a otra, pero además es importante que sepas qué hacer con la ropa que ya no tiene espacio en tu vida y mucho menos en tu armario, especialmente si se trata de un armario pequeño. Contar con salidas para la ropa que no necesitas  ayuda mucho a desprenderse de ella con mayor facilidad.

Usos posibles de la ropa desechada

Uno de los grandes obstáculos para deshacernos de ropa que ya no nos ponemos ni usamos es que nos da pena tirarla. Y es cierto que hay muchas opciones mejores:

• Dónala hay un montón de asociaciones, organizaciones… que recogen ropa para personas con pocos recursos. Este es un destino ideal para ropa en buen estado, pero que no sea de tu talla, por ejemplo.
• Véndela: Las tiendas físicas y virtuales de segunda mano son cada día más populares y son muchas las personas que se declaran fans incondicionales de ellas. Esta es una buena alternativa para ropa especial como abrigos, ropa de fiesta o incluso, un vestido de novia.
• Recíclala: Si te gusta la tela de un vestido, pero no te vale o te has cansado de ponértelo, una buena idea es hacer con ella otros elementos como cojines, bolsos… Hay un montón de cosas que puedes confeccionar con la tela de tu ropa.
• Compártela; Quizás esa chaqueta o esa corbata nunca te la vuelvas a poner, pero, ¿tu hermano o tu mejor amiga? Busca la manera de compartir la ropa que aún está en buen estado y otras personas de tu entorno pueden lucir.

Para terminar la lección de cómo ordenar y limpiar tu vestuario, si ya tienes ropa descartada para volver a guardar y sabes qué hacer con ella, solo te queda volver a revisar las prendas que sí vas a quedarte y asegurarte que las que no son de temporada, sí son claves en todo buen fondo de armario.

¿Qué hay en un fondo de armario práctico?

• No hay prendas de moda. En su lugar siempre hay abrigos, faldas, camisas, vestidos… básicos, de cortes sencillas y líneas clásicas.
• Lo sencillo siempre tiene cabida en un fondo de armario, también los clásicos tanto en colores como en formas y texturas. Evita prendas con volantes, demasiado anchas o demasiado estrechas, por ejemplo. El equilibrio es básico en un fondo de armario.
• Por colores en un fondo de armario nunca falta ni blanco, ni negro, ni prendas de tu color favorito, sea el que sea. Sin embargo, habrá pocos estampados animales o estampados. Las rayas o los cuadros pueden ser una excepción, pero siempre en poca cantidad de prendas.
• Olvídate de guardar ropa de poca calidad, no resistirá el paso del tiempo. Sin embargo, las prendas de tejidos de calidad y naturales siempre deben guardarse, si has tenido la precaución de comprarlas de cortes básicos: abrigos de piel, cazadoras de cuero, vestidos de lino, entre otros.
• Los trajes de fiesta o eventos, tiene cabida, pero solo una representación mínima. Lo normal, un vestido negro en el caso de las mujeres y un traje oscuro y clásico para los hombres.

Toma como punto de apoyo los consejos sobre fondo de armario y sigue los tips para llevar a cabo una efectiva y cómoda limpieza en tu vestuario, pero nunca pierdas de vista que la vestimenta de cada uno es algo personal por lo que es posible que tu fondo de armario tenga algunas prendas diferentes y concretas que hablen de ti; puedes y debes permitírtelo, pero no seas demasiado generoso en este tipo de concesiones o tu fondo de armario será más extenso de lo que sería recomendable.

Un último consejo: si necesitas una pauta para facilitarte el orden en tu armario y quieres contar con un fondo de armario que siempre te saque de apuros y esté disponible con la prenda perfecta, tienes que saber comprar, conservar, guardar lo preciso y deshacerte de lo inadecuado. Un vestuario libre de prendas inservibles y con un buen fondo de armario siempre es práctico y funcional, ahorrándote tiempo cada día.

Poner tu fondo de armario a punto es una tarea fundamental para mantener el orden en casa y tu buen gusto al vestir. Pero no sólo se trata de ropa: también el mueble en sí donde la almacenas merece cuidado y protección. Con los Seguros de Hogar MAPFRE tendrás la posibilidad de asegurar no sólo el continente (la vivienda en sí) sino también su contenido (muebles y objetos de valor que tengas en casa).