¿El peque de la casa se está haciendo mayor y comienza a ponerse de pie? Para ayudarle en esta nueva etapa, puedes hacer uso de los diferentes correpasillos para bebés que existen en el mercado. Le servirán como apoyo para caminar con la postura adecuada, además de ayudarle a ganar seguridad y equilibrio. Pero antes de comprar uno, te damos algunas recomendaciones.

¿Es bueno que el bebé use un correpasillos?

Antes de responder a esta pregunta conviene matizar que un correpasillos no es lo mismo que un tacatá. Éste último es un tipo de andador con asiento de lona y ruedas en las cuatro patas, diseñado para ser usado por bebés de unos seis meses. Por tanto, permite que los niños que aún no han iniciado la etapa de caminar puedan moverse libremente por la casa protegida para niños, en posición sentado.

En este caso, el tacatá, no es recomendable, ya que los niños que no han empezado a andar no tienen aún los huesos preparados para la carga. El uso de este tipo de artefactos hace que el bebé tenga mayores dificultades para aprender a andar; presente malformaciones en las extremidades inferiores; y se exponga a caídas y accidentes. De hecho, la Asociación Española de Pediatría señala que el uso del tacatá es “la segunda causa de accidentes en bebés durante el segundo semestre de vida”.

Sin embargo, el correpasillos es bien distinto, ya que es una ayuda positiva y buena para el desarrollo psicomotor del bebé.

¿A partir de qué edad se puede usar un correpasillos?

El correpasillos es una herramienta que ayuda al bebé a fortalecer sus piernas y a mantener el equilibrio, pero no sirve para enseñarle a andar. Por tanto, su uso está recomendado para niños que ya sean capaces de mantenerse de pie o incluso hayan comenzado a andar, es decir, en torno a los 9 o 10 meses de edad.

Tipos de correpasillos para bebés

En el mercado encontrarás una gran variedad de correpasillos de diferentes formas y versiones. Algunos incluyen un compartimiento para guardar juguetes, accesorios como volantes, luces o sonidos, o actividades para encajar bloques. Pero todos ellos se pueden clasificar en dos grandes grupos: correpasillos para ir de pie y para ir sentado.

Correpasillos para ir sentado

Recomendables para bebés de menos de 18 meses. Así, el peque puede propulsarse con las piernas fortaleciendo toda su musculatura inferior y aprendiendo el movimiento de delante hacia atrás. Este tipo se diferencia de los tacatás en que el asiento no es de lona y que está dirigido a niños que ya han finalizado su etapa de gateo.

Correpasillos para ir de pie

Ideales para niños de más de 18 meses, pues le dan seguridad y equilibro para que sus primeros pasos sean un poco más firmes y les ayudan a mantener la posición erguida correcta.

¿Cómo elegir el correpasillos adecuado?

A la hora de elegir el correpasillos adecuado para tu bebé debes tener en cuenta que cumpla una serie de características:

  • Estructura robusta: debe ser fuerte y estable en función del peso y estatura del bebé para que se divierta con seguridad.
  • Altura adecuada: la altura del sillín o del manillar debe permitir que el niño lo maneje con facilidad sin hacer grandes esfuerzos.
  • Bordes redondeados: asegúrate de que el correpasillos tiene bordes y cantos redondeados para que el niño no se haga daño con salientes o esquinas.
  • No desarmable: evita que el correpasillos incluya piezas desarmables pequeñas que puedan suponer un riesgo para el bebé.
  • No tóxico: los bebés se llevan todo a la boca. Por eso el tacatá no debe estar fabricado con materiales que resulten tóxicos.
  • Con sistema para evitar el vuelco: para evitar que el niño pueda caerse o tropezarse.
  • Con sistema de control de velocidad, también para evitar posibles caídas.
  • Con la marca CE: lo más importante es que el producto incluya la marca CE con la que se asegura que sigue las normas europeas de seguridad y, por tanto, cumple todo lo anterior.

Si quieres ir un paso más allá, elige un correpasillos con asas que facilite su transporte, que incluya luces o sonidos para estimular al bebé, así como accesorios que permitan ser utilizados por mucho tiempo. Por ejemplo, si incorpora una cestita, puede servir como carretilla para juguetes.