Dicen que el Camino de Santiago cambia la vida a todo aquel que lo recorre, puesto que supone una experiencia transformadora. Y esto sucede también con los más pequeños de la casa. A priori, puede parecer que no es un plan apto para niños, pero lo cierto es que con preparación previa y algunos consejos, será, sin duda, algo que recordarán siempre. Si también te planteas hacerlo con tu perro, puedes leer una guía con consejos e información práctica aquí.
Una experiencia inolvidable
No hay una edad mínima para que los más pequeños de la casa puedan hacer el Camino de Santiago, pero hay que ser coherentes. No es lo mismo un niño de 6/7 años que está acostumbrado a salir a hacer caminatas por el campo de forma habitual que otro que lleve una vida más sedentaria. En cualquier caso, con algo de preparación y adecuando las etapas en función de las necesidades de los menores, la experiencia será de lo más transformadora.
Ventajas
Hacer el Camino de Santiago con niños es el mejor regalo que se les puede hacer, ya que trae aparejadas un montón de ventajas:
- Superación: aunque se adapten las rutas, en algunos momentos, los niños deberán hacer un sobreesfuerzo. Y, más allá del desgaste físico, descubrirán algo mucho más valioso: que todo esfuerzo tiene su recompensa.
- Valores: hacer amigos, prestar ayuda o ser constante son enseñanzas que el Camino ofrece a los peregrinos, incluso si estos son menores.
- Contacto con la naturaleza: alejados de grandes urbes, disfrutando de aire puro y alejados de las pantallas, los niños descubrirán los encantos y la energía que desprende la naturaleza.
- Orientación: que sean los niños los que vayan siguiendo las flechas y nos indiquen el camino a seguir puede ser una buena forma de fomentar su atención.

Mejor época para hacer el Camino de Santiago en familia
Cualquier época es buena para hacer el Camino de Santiago, pero, con niños hay que adaptarse a los meses que posean una climatología agradable. Julio y agosto son meses de mucho calor incluso en el norte y las temperaturas pueden ser muy altas para pasar largas horas caminando bajo el sol. Por ello, los meses de primavera u otoño son los más recomendables para hacer esta ruta en familia.
Hay que tener en cuenta que en Galicia suele llover con frecuencia gran parte del año y la lluvia podrá acompañarnos durante parte de nuestro recorrido. Y también hay que valorar si los niños pueden ausentarse del colegio para disfrutar de unas vacaciones dentro de su periodo lectivo.
Dónde alojarse
Al hacer el Camino con niños es mejor dejar de lado albergues de peregrinos y escoger hostales u hoteles. Buscar establecimientos que cuenten con habitaciones privadas y cuarto de baño propio es lo más recomendable para que, después de una extenuante jornada, los menores no se sientan intimidados y puedan descansar a gusto.
Preparación y consejos
Tanto adultos como niños deben prepararse para hacer el Camino de Santiago, pero en caso de los menores hay que adaptar los procesos a su edad y forma física.
Recomendaciones a la hora de preparar el Camino de Santiago con niños:
- Adaptar al calzado antes de emprender el camino: para evitar ampollas y rozaduras, conviene que el niño haga alguna pequeña caminata para asegurarse de la idoneidad del calzado.
- Hacer rutas de forma frecuente un par de meses antes: se deben hacer rutas que tengan la misma orografía y recorran distancias similares a las del Camino. Estas excursiones se deben ir realizando de manera progresiva para que los niños se vayan acostumbrando a caminar y estén preparados cuando llegue el cansancio físico o tengan que hacer frente a otros contratiempos, como climatología adversa o rozaduras.
- El niño debe llevar su propia mochila. Obviamente no hay que cargarle con demasiado peso ya que, de lo que se trata realmente, es de fomentar su responsabilidad y autonomía. Una botella de agua, gorra, chubasquero, protector solar y algo de comer será más que suficiente.
Mejores rutas del Camino de Santiago con menores
El Camino de Santiago puede hacerse a través de diferentes rutas como el Camino Primitivo, el Camino Inglés, el Camino del Norte o el Camino Portugués de la costa. Ahora bien, el mejor itinerario para realizarlo en familia es, sin duda, el Camino Francés. Se trata de la ruta más popular e ideal para principiantes.
Este recorrido, que arranca en Sarria y finaliza en Santiago de Compostela, tiene una distancia de algo más de 100 kilómetros y cumple con el requisito mínimo para obtener la Compostela, el certificado oficial que acredita que se ha hecho la peregrinación. En condiciones normales se suelen hacer en 4 o etapas, pero con niños es interesante planificar que cada etapa no supere los 15 kilómetros diarios, una distancia recomendable para los pequeños.
Los perfiles del Camino Francés son más suaves y cómodos con respecto a otras rutas. Es factible, incluso, hacerlo con un carrito, aunque no hay que desestimar la dureza de algunas etapas. Es el caso de la subida a Roncesvalles o de la entrada en Galicia en O Cebreiro.
El principal problema del Camino Francés es que, al ser más sencillo, no pasa por terrenos montañosos en los que los árboles ofrecen sombra y, por tanto, los niños estarán expuestos al sol durante varias horas seguidas.
Si te has decidido a hacer el Camino de Santiago con niños, ya sabes todo lo necesario para que se convierta en la experiencia de vuestras vidas. Eso sí, conviene cerrar un último fleco para evitar que cualquier imprevisto arruine el viaje. El Seguro de Viajes de Aventura MAPFRE protegerá a toda la familia a partir de 2,79 € al día por persona ofreciendo cobertura a lo largo de todo el Camino de Santiago (ojo, porque su cobertura es mundial) y contando, por ejemplo, con un servicio de rescate en caso necesario.