Lunares en perros: ¿Cuándo preocuparse?

Lunares en perros: ¿Cuándo preocuparse?
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Al igual que las personas, los perros pueden presentar lunares, a priori es algo normal, pero es bueno observar su evolución y si vemos cambios llevarlo al veterinario.

Resumen del contenido

  1. ¿Qué son los lunares en perros?
  2. ¿Cuándo un lunar es normal?
  3. ¿Cuándo hay que preocuparse?
  4. Principales enfermedades relacionadas con lunares
    1. Procesos tumorales
    2. Infecciones y reacciones alérgicas
  5. ¿Qué hacer si notas cambios en los lunares de tu perro?
  6. Prevención

Los lunares en perros son una preocupación frecuente entre quienes conviven con estos animales. Aunque en muchos casos son simples cambios de pigmentación de la piel, en ocasiones pueden ser un problema serio de salud. Por ello es importante saber distinguir cuando hay que acudir al veterinario.

¿Qué son los lunares en perros?

Los lunares son acumulaciones de melanina, que se presentan como pequeños puntos, manchas o protuberancias en la piel de los perros, con coloración que varía desde el marrón claro hasta el negro. Pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo, aunque suelen aparecer con mayor frecuencia en el abdomen, las ingles, las patas, el hocico y las áreas sin pelo. En general, los lunares no causan molestias y acompañan al perro durante gran parte de su vida.

Los lunares normalmente van aumentando su aparición con la edad, como pasaría en el humano. Hay factores que pueden aumentar la aparición de ellos, como la exposición al sol, problemas endocrinos (estos más que lunares darán una hiperpigmentación de áreas más extensas de la piel), la edad (en edades avanzadas aumenta la aparición), factores genéticos (hay razas más predispuestas a su aparición).

¿Cuándo un lunar es normal?

La mayoría de los lunares en perros son benignos y no representan peligro alguno. Suelen ser redondos u ovalados, de bordes regulares, simétricos, y mantienen el mismo color y tamaño a lo largo del tiempo. No causan dolor ni molestias, ni presentan secreciones, costras o inflamación. Es habitual que los lunares benignos no cambien de aspecto de manera significativa.

¿Cuándo hay que preocuparse?

Pese a que la mayoría de los lunares son inofensivos, existen signos que pueden indicar la presencia de un problema dermatológico más grave, como tumores cutáneos, infecciones o reacciones alérgicas

Signos de alarma en lunares caninos

  • Crecimiento acelerado, las lesiones benignas no suelen experimentar muchos cambios de tamaño, pero en cambios las lesiones malignas son de crecimiento rápido.
  • Cambios de forma o color, es motivo de consulta, sobre todo si ves un abultamiento en un lunar sin relieve.
  • Bordes irregulares: Los lunares benignos tienen bordes definidos; si aparecen bordes deshilachados o difusos, hay que consultar.
  • Presencia de costras, ulceraciones o sangrado.
  • Picazón, suele ser signos de dolor o molestia cuando el perro se rasca, muerde o lame excesivamente.
  • Inflamación o enrojecimiento.

Principales enfermedades relacionadas con lunares

Procesos tumorales

El principal temor ante un lunar es que pueda ser un tumor. Existen varios tipos de tumores que pueden confundirse con lunares benignos, como el melanoma, el carcinoma de células escamosas y el mastocitoma.

Infecciones y reacciones alérgicas

Las infecciones bacterianas y fúngicas pueden alterar el aspecto de los lunares, generando enrojecimiento, pus, mal olor y dolor. Las reacciones alérgicas pueden provocar inflamación y cambios temporales en los lunares.

¿Qué hacer si notas cambios en los lunares de tu perro?

Ante cualquier cambio sospechoso en un lunar, lo más recomendable es acudir a un veterinario para una revisión profesional. La observación cuidadosa y periódica de la piel del perro es fundamental para detectar alteraciones tempranas.

El veterinario puede realizar varios procedimientos para evaluar los lunares sospechosos. El primero suele ser una inspección visual, seguida de una palpación y evaluación del historial médico del perro. En casos más complejos, se puede recurrir a biopsias, citologías, análisis de sangre y estudios por imagen.

Prevención

Si bien no siempre se pueden evitar los problemas cutáneos, mantener la piel del perro limpia y sana ayuda a prevenir complicaciones. Es importante proteger a los perros de la exposición excesiva al sol, especialmente aquellos de piel clara, y utilizar productos adecuados de higiene. También es importante ante sospecha de alguna anomalía no manipular el lunar, ya que esto podría en algunos casos empeorar el problema

Los lunares en perros son muy comunes y, en la mayoría de los casos, inofensivos. La clave está en la observación y la detección temprana de cambios sospechosos. Si se presentan signos de alarma como crecimiento rápido, cambio de color, dolor, sangrado o inflamación, es fundamental consultar al veterinario

En resumen, aunque la presencia de lunares en perros suele ser benigna, nunca hay que descuidar su observación. Ante la duda, siempre será mejor buscar la orientación de profesionales veterinarios, quienes cuentan con la preparación y el conocimiento para ofrecer el mejor diagnóstico y tratamiento. El Seguro para Mascotas MAPFRE, aparte de todas sus coberturas y red de centros, cuenta con un servicio de asesoramiento y orientación veterinaria para cualquier consulta sobre los cuidados, prevención y otros aspectos relacionados con el entorno de los animales que aseguran el bienestar del animal.

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