Una vez que tengas todos los ingredientes, será necesario que cuentes con los utensilios de cocina adecuados para hacerlo y conseguir unos buenos resultados. Lo primero que necesitas e una olla de gran tamaño, un termómetro para controlar la temperatura en todo momento y una brocha de repostería. Con esto, ya podrás empezar a hacer esta deliciosa receta.
En la olla coloca el agua, la miel de maíz y una pizca de sal. Enciende el fuego y colócalo a temperatura media para que no se peguen los ingredientes. A continuación, añade el azúcar y deja que se derrita todo hasta que se hayan mezclado el resto de los ingredientes en la olla.Durante este proceso debes usarla brocha de repostería para mover los bordes que se puedan ir adhiriendo a la olla, evitando que estos se peguen y que la masa quede muy compacta.
Una vez que los ingredientes estén fusionados, usa el termómetro de cocina y comprueba la temperatura. Estos deben estar a 160 grados para poder continuar elaborando la receta.
Cuando se alcance la temperatura, necesitarás una olla más profunda que la anterior. Coloca todos los ingredientes que habías cocinado en ella y añade el extracto de frambuesa para conseguir el sabor. En el caso de que quieras aportar un color diferente o más intenso puedes añadir un poco de colorante alimenticio. Usando un batidor de varillas vamos a comenzar a realizar los hilos de algodón de azúcar. Deberás introducir este utensilio en la mezcla e ir levantándolo, depositando los hilos creados en una fuente para horno que previamente habremos forrado con papel vegetal.
Coloca los hilos creando un nido en la fuente dejando que este caiga por su propio peso desde las varillas y evitando tocarlo con los dedos ya que está a una temperatura muy elevada. ¡Ya está listo! conseguirás un rico algodón de azúcar casero en pocos minutos y con un sabor muy agradable. Seguro que sorprendes a todos con esta receta tan divertida e interesante, sobre todo para los más pequeños.