La puerta de entrada
Lo primero que tendremos que modificar en el cuarto de baño es la puerta de entrada, en vez de ser una puerta que abrimos y cerramos hacia dentro, lo mejor será una corredera. En el caso de que no tengamos la opción de hacerlo así, lo ideal sería que la puerta se abriera hacia afuera. De este modo, en el caso de que se produjera alguna caída en el baño, la persona no quedaría impidiendo que la puerta se abriera.
Suelo y paredes
El suelo debe estar hecho con algún material antideslizante y el baño debe tener un espacio libre de metro y medio de diámetro para que una silla de ruedas pueda girar 360º.
Junto al mobiliario del baño, además debemos colocar barras de apoyo antideslizantes. Si las paredes no son lo suficientemente fuertes, tendremos que reforzarlas previamente.
Los accesorios del baño no pueden estar colocados a más de 120 cm del suelo para que estén al alcance de cualquiera. También resulta muy beneficioso que la grifería sea de palanca o presión, para que no sea necesario girar la muñeca a la hora de hacerla funcionar.
El inodoro
Además será necesario que el WC esté instalado a una altura de 50 cm desde el suelo. En el caso de que sea un WC estándar que tiene una menor altura, tendremos que colocarlo sobre una plataforma de obra, situada en la parte más próxima al inodoro para que no interfiera en el acceso al mismo. La sujeción del inodoro debe ser absoluta para evitar que haya algún riesgo de caídas.
La ducha
En cuanto a la bañera, lo ideal es eliminarla y colocar un plato de ducha que no cuente con bordes que impidan el acceso, por ejemplo de personas en silla de ruedas. Lo mejor es que el desnivel sea de 1,5 cm y una pendiente del 2% en dirección al desagüe para evitar que el agua escurra por el resto del baño.
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