Los candados resultan de gran utilidad para proteger nuestros bienes más preciados. Son muy complicados de abrir y disuaden a aquellas personas que quieren entrar en un lugar o llevarse aquello que no es suyo. Pero, ¿Qué podemos hacer cuando somos nosotros mismos los que no podemos abrir un candado?

Si se te ha roto la llave o simplemente se te ha perdido y no sabes dónde la has puesto, hay algunos trucos para abrir distintos tipos de candados que te vendrán fenomenal. No importa el tamaño de este, ya que ni si quiera tendrás que romperlo.

Los mejores trucos para abrir un candado

Existen diferentes métodos para abrir un candado sin llave. Algunos son más invasivos, y pueden ocasionar la rotura del mismo. Otros son más livianos, y te permitirán abrirlo sin apenas esfuerzo y sin provocar ningún daño a su mecanismo.

Cómo abrir un candado con una ganzúa

Las ganzúas son una herramienta para abrir una cerradura o un candado de forma profesional. Nos permiten forzar el mecanismo para que se abra, dejándolo intacto.

Usando una o varias de estas herramientas, podrás manipular la cerradura, presionando en los puntos clave. El truco consiste en ir probando poco a poco cuántos puntos tiene la cerradura, hasta encontrarlos todos y presionarlos al mismo tiempo.

Cómo abrir un candado con cizalla

En esta ocasión es más que probable que el candado se rompa y quede totalmente inservible una vez abierto.

La cizalla sirve para cortar el candado, ejerciendo presión a través de un movimiento de pinza, para abrir por completo el metal del anillo. Según la calidad del material del candado, necesitaremos una cizalla con más o menos potencia.

Para candados más duros y fuertes, como los usados para cerrar trasteros, es mejor recurrir a una cizalla de mayor calidad, que sea capaz de cortar el material como si fueran unas tijeras. En cambio, si se trata de un candado más endeble, bastará con usar una más pequeña y corta.

Cómo abrir un candado con martillo

Los candados con contraseña se pueden abrir fácilmente si tenemos un martillo a mano. No se trata de golpearlo con fuerza hasta abrirlo, sino de ir dando golpes contundentes y firmes, hasta que la apertura ceda.

Esta técnica consiste en golpear el arco del candado por la parte superior, de tal manera que cada golpe va ejerciendo una vibración que hace que las roscas de la contraseña se vayan desplazando. Al ir moviéndose, terminan colocándose en su forma inicial, y se acaba abriendo por sí mismo.

Los golpes debes darlos suavemente y siempre en el mismo lugar. Si no provocas demasiado daños en el candado, podrás volver a usarlo poniéndole una nueva contraseña.

Cómo abrir un candado con un clip

Un método casero para abrir candados cuando no dispones de herramientas profesionales es utilizar clips de oficina o cualquier alambre fino que tengas a mano.

Para abrir una cerradura con clip, extiéndelo por completo, eliminando el recubrimiento plástico si lo tuviera. Comienza a darle forma al clip hasta conseguir poner uno de sus extremos en un ángulo de 45 grados. Este extremo es el que usaremos para introducir en la cerradura del candado y hacer presión hasta abrirla.

Ve introduciendo con cuidado el alambre en la cerradura. Hazlo con mucha paciencia, ya que puede que necesites varios intentos hasta conseguir encajarlo. Una vez que hayas conseguido meterlo hasta el fondo, es el momento de moverlo para ajustarlo y hacer presión sobre los topes de la cerradura. Irás oyendo pequeños chasquidos. Cuando puedas girar la cerradura, es que habrás conseguido forzar el candado por completo, y se abrirá fácilmente.

Cómo abrir un candado con una lámina de metal

Esta opción es quizás la menos conocida. Usando tan solo una lámina de metal, puedes forzar el arco del candado para abrirlo sin apenas esfuerzo.

Esta técnica consiste en cortar un trozo de chapa con forma de T. Para ello puedes usar una lata de refresco o la cubierta de una pila. Usa unas tijeras para manipular el material, con cuidado de no cortarte con la chapa.

Una vez que tengas el trozo de chapa con forma de T, dóblala con una forma ligeramente curva. Este trozo es el que tendrás que introducir en la parte del arco del candado que se une a la caja, rotándolo con cuidado hacia un lado para ver cómo se abre el candado.

El tamaño de la lámina de metal que utilices tendrá que se proporcional al tamaño del candado. Es muy importante que tenga un grueso adecuado para introducirla en esta pequeña ranura que queda entre el arco y la caja.

Con estas técnicas para abrir un candado puedes escoger el sistema que mejor se adapte a tu caso, y ya verás como no te supone ningún esfuerzo retirarlo. ¡Tan solo precisas de un poco de paciencia y algo de práctica!