Todos ponemos mayor o menor énfasis en el orden y la limpieza de la casa en la medida del tiempo del que disponemos. Hay determinadas zonas que no escapan de nuestro escrutinio, como la cocina o el cuarto de baño, cuya higiene es importante para gozar de una vivienda saludable. Pero hay cosas que se escapan a nuestra mirada inquisidora, bien porque consideramos que no necesitan lavarse o bien porque no nos damos cuenta.
Orden y limpieza en casa
El ritmo de vida actual nos obliga muchas veces a dedicar los fines de semana a limpiar la casa, pero al mismo tiempo queremos disfrutar de tiempo de ocio y descanso. Como consecuencia nos centramos en lo urgente y necesario y dejamos para otro momento la limpieza más profunda. El horno, las cortinas, la campana extractora de la cocina o los nórdicos son solo algunos ejemplos de lo que no solemos limpiar con tanta frecuencia.
El orden, por su parte, se resume a días muy puntuales al año. Y aunque diariamente colocamos en su sitio lo que hemos usado, lo que no hacemos es metemos de lleno con ese altillo del armario, el aparador del salón reconvertido en cajón desastre, o por su puesto, el trastero.
Para ponerte al día, planifica un fin de semana para hacer una limpieza profunda de toda la casa y ordenar cada rincón. Este será el punto de partida para empezar de cero y aplicarse en la limpieza de todos los espacios y objetos de la casa, incluidos los siguientes:
Limpieza del horno
El horno es el eterno olvidado. Después de varias horas en la cocina haciendo una receta espectacular no nos quedan ganas de limpiarlo, con lo que pasa a engrosar la lista de tareas que preferimos dejar para más adelante. Lo que no tenemos en cuenta es que, tras cada uso, este electrodoméstico acumula restos de comida, grasas, bacterias y hongos, algo que desemboca en malos olores y en un estado del mismo nada beneficioso para la salud. Además, cuanto más tiempo se deje pasar mayor será la suciedad y, por ende, mayor el trabajo para retirarla.
La campana extractora
Otro de los grandes relegados de la cocina es la campana extractora, que diariamente chupa humos y grasas pero que no recibe los tratamientos adecuados. Si dejamos su limpieza durante mucho tiempo, retirarla será una tarea casi imposible, ya que se forma una capa gruesa y aceitosa difícil de eliminar.
Los textiles del hogar
Hay ciertos textiles del hogar que gozan de buenas atenciones: las sábanas y las toallas no se escapan de la lavadora al menos una vez por semana.Pero ¿qué pasa con cortinas, mantas y fundas de cojines? Aunque creamos que siguen igual que cuando los compramos, no es así.
Sí, es cierto que las cortinas no retienen la misma suciedad que las sábanas, por ejemplo, pero no hay que olvidar que están totalmente expuestas al polvo y a los ácaros, los cuales las encuentran perfectas para vivir en ellas sin que nadie les moleste en meses o, en el peor de los casos, años. Si hay alérgicos en la familia, es muy importante cuidar este aspecto. Incluso puede darse el caso de que personas que no habían mostrado síntomas de alergia terminen desarrollando una.
Pasa lo mismo con los nórdicos, colchas y mantas. Aunque no estén en contacto directo con nuestra piel, también reciben grandes dosis de sudor, ácaros, restos de cremas, etc. Por ello, se recomienda limpiarlos, al menos, dos veces al año, algo que también hay que hacer con las fundas de los cojines. Con el relleno de los mismos, basta con pasar la aspiradora no menos de una vez al mes.
Llegar a las zonas inaccesibles
La parte trasera de los muebles o sillones y los bajos de las camas son espacios de la casa que no solemos limpiar a menudo. Cualquiera retira un mueble para aspirar detrás, pero es algo que no se debería dejar tan a la ligera, ya que no solo hay pelusas (y más si hay niños en casa).
Estos lugares inaccesibles para nosotros son totalmente accesibles para galletas y otros restos de comida, juguetes, papeles, polvo, o incluso líquidos varios. En el mejor de los casos encontraremos ese objeto que llevábamos tanto tiempo buscando. Y es que estas zonas acaban formando todo un ecosistema perfecto para insectos, arácnidos y demás visitantes no deseados.
Lámparas, altillos y parte superior de los muebles
Mantener cierta limpieza en las lámparas es imprescindible si queremos conservarlas en buen estado y alargar su vida sin perder luminosidad por la acumulación de suciedad. Recuerda que antes de cualquier manipulación debes asegurarte de que está desconectada y fría. Limpia las bombillas con un paño impregnado en alcohol de quemar y la pantalla con un trapo seco o un paño húmedo (dependiendo del material con el que esté hecha).
Las zonas altas de los muebles y los altillos deben correr la misma suerte, y es que todo el polvo que se acumule allí terminará cayendo al suelo. Este es uno de los motivos por los que encontramos pelusas y suciedad justo después de haber barrido una habitación.
Ya lo sabes, en la limpieza del hogar todo es importante. Esto no quiere decir que haya que limpiarlo todo todos los días, pero sí hacer una planificación real en la que figuren todos los elementos para que cada cierto tiempo vuelvan a lucir resplandecientes. Además, cuentas con la ayuda del Seguro de Hogar MAPFRE con unos servicios tan completos y necesarios como el de asistencia y bricolaje que hará que tu hogar brille con luz propia.

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