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5 tips para aprender a nadar con seguridad

Persona con gorro y gafas de nadar dentro de una piscina nadando
7 Min de lectura
Aprender a nadar solo tiene ventajas y puede hacerse a cualquier edad. No es un imposible conseguirlo en poco tiempo y disfrutando de ello, apúntate estos 5 trucos de profesor de natación y veras como la experiencia merece la pena con niños y adultos.
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Tanto si quieres aprender a nadar como si te has propuesto enseñar o colaborar para que alguien lo consiga es importante afrontar esta tarea con algunas claves elementales, pero profesionales que a menudo los profesores de natación reiteran.

Hombre de pie dentro del agua sujeta a niño con gafas y gorro de natación.

El contacto con el agua hoy se adelanta hasta los primeros meses de vida de los más pequeños. La natación se considera un deporte completo y una herramienta para el bienestar recomendable desde los 0 hasta los 99 años. Muchos niños , pero también mayores quieren aprender a nadar para poder disfrutar de todas las virtudes del medio acuático.

  • Aleja el miedo. Si tienes miedo al agua o lo tiene a tu alumno, nunca aprenderás a nadar o nunca lo harás con seguridad y confianza. Los monitores expertos en natación recuerdan que el paso previo en casos de pánico a la piscina o el mar es tratar de eliminar esta barrera. El miedo es paralizante e impide que los movimientos físicos necesarios para nadar se puedan ejecutar de forma efectiva.
  • Permite el juego. Tanto en el caso de los adultos como especialmente en el de los niños las primeras lecciones de natación deben tener un tono lúdico donde el juego, la diversión y el entretenimiento sean lo más importante. Aprender a nadar puede llevar su tiempo y requiere de práctica, el juego permite mantener la atención, la concentración y el justo en las clases de natación. La motivación es máxima cuando se consigue mediante el juego presentar la natación de una forma atractiva. Introduce juegos  deportivos por ejemplo.
  • No tengas prisa y respeta los ritmos. Aunque depende de las capacidades de las personas, las edades, sus dificultades y un montón más de factores particulares; nunca hay que perder de vista que nadar no se aprende en un solo día. Es mejor tomárselo con calma y no forzar la evolución de los alumnos. Los profesores de natación insisten en que es importante trabajar con grupos pequeños de niveles similares para poder respetar el ritmo de aprendizaje de forma particular en cada caso. Los cursos intensivos pueden estar bien para una primera toma de contacto o un perfeccionamiento concreto, pero no son la mejor forma de aprender a nadar.
  • Motivación y refuerzo positivo. No vale de nada centrarse en lo negativo y recordarle o recordarte lo mal que lo haces en el agua, empieza con mentalidad positiva el nuevo aprendizaje. Aprovecha los puntos débiles para reforzar n las prácticas de natación. En el caso de los niños motiva siempre en positivo y destaca los logros al pequeño sobre los detalles que quedan pendientes. Es importante marcarse metas para cada momento, pero siempre asequibles y flexibles. Si no sabes nadar nada, no puedes pretender en una semana poder atravesar una piscina olímpica por ejemplo.
  • Mójate. Si eres el monitor improvisado de natación de tu hijo, lo mejor es que te metas con él en el agua, nada de dar órdenes desde el bordillo, al margen de que vas a pasar más calor y aburrimiento, serás mucho menos efectivo. En todos los niveles y actividades enseñar con el ejemplo es una buena idea. Ayuda a flotar a los pequeños acompañándoles con tu mano por debajo de la espalda o la zona abdominal, nunca les lances al agua y no les dejes sin supervisión directa. Elige también espacios adecuados y ojo con las piscinas particulares y domésticas que suelen relajarse en temas de protección.

Los mejores ayudantes para el aprendizaje de la natación

Niño en el agua con gafas de bucear azules y naranjas sobre los ojos y boca abierta.

Manquitos, chalecos, churros flotadores, colchonetas… la sección de elementos flotantes que pueden ser en teoría una buena ayuda para aprender a nadar es hoy casi infinita. Los profesionales alertan de lo importante que es no fiarse de estas ayudas que en, según qué casos, pueden ser más un peligro que una mejora.

  • Churros o similares. Los populares churros de piscina de colores, tamaños y grosores diferentes sí suelen usarse y recomendarse en entornos de aprendizaje a nadar en piscina. Son un buen complemento para enseñar a nadar, especialmente en los niveles de iniciación o medio. En este mismo grado de recomendación están las tablas o elementos similares.
  • Chalecos El uso de chalecos salvavidas es imprescindible en la práctica de muchos deportes acuáticos con independencia de que se sepa o no nadar. Sin embargo, para tomar clases de natación no suele ser recomendable el uso de este tipo de elementos que no permite avanzar en el aprendizaje ni deja la libertad de movimientos necesaria.
  • Manguitos o flotadores Hace más de una década que los flotadores básicos no son una buena idea ni para aprender a nadar ni para que los niños que no saben hacerlo se bañen en piscinas ni playas. Tampoco se recomiendan otros inflables similares como colchonetas o cualquier otro elemento flotante que si viene son divertidos para jugar o entretener, no son seguros si se usan sin supervisión, en lugares con corrientes y en general como elemento de seguridad cuando no se sabe nadar.

Un último tip para aprender a nadar: no improvises y no te lo tomes como algo poco importante. Si realmente quieres saber nadar de una forma segura e incluso beneficiosa para tu salud, lo mejor es recurrir a clases profesionales y ponerse en manos de monitores experimentados que serán capaces de darte los mejores consejos adaptados  a tus necesidades concretas. Lo mismo ocurre en tu vivienda, si deseas una protección integral a tu mediad elige un Seguro de Hogar MAPFRE  que te permite adaptar tu póliza a tus preferencias.

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Publicado por Blog hogar MAPFRE
- 4 Sep, 2020

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