Encontrar a un profesional que quiera hacer un trabajo menor en casa y que, en el caso de que se digne aceptar, no se tambalee nuestra economía, es un hito histórico o un milagro, como cada cual lo interprete.

Esa dificultad y la proliferación de herramientas de todo tipo al alcance de cualquier bolsillo en los centros de bricolaje, ha provocado que muchas personas se hayan apuntado al «hágalo usted mismo», bien por necesidad, bien por afición, o por ambas cosas a la vez. Se tocan todos los temas: fontanería, albañilería, carpintería, soldadura, electricidad, etc. Casi todas estas actividades llevan implícito algún peligro, sobre todo si se manejan máquinas.

Pero el tema más delicado de todos son los trabajos con electricidad, porque el peligro que conlleva puede ser de muerte, y eso son palabras mayores.

No en vano en algunas instalaciones eléctricas se pinta el símbolo de un hombre alcanzado por un rayo o una calavera y las dos tibias cruzadas, y no precisamente por ser un pirata. El tema eléctrico hay que tomárselo muy en serio.

Antes de nada, hay que decir que si no se tienen unos mínimos conocimientos sobre electricidad y no se es un poco mañoso con los trabajos manuales, mejor no tocar nada. Lo mejor es llamar a un profesional que conoce su trabajo y qué hacer en cada caso.

Si, por el contrario, producto de nuestra afición por el tema, hemos tenido la precaución de formarnos un poco sobre el asunto –mediante artículos, libros, videos, etc., que tanto abundan en las páginas de internet, en revistas de bricolaje o libros sobre la materia– y tomando todo tipo de precauciones, podremos acometer algunas reparaciones sencillas. Las difíciles hay que dejárselas a los profesionales.

Electricidad en el hogar y seguridad

En cualquier caso, a la hora de manipular en la instalación eléctrica de la casa o en aparatos eléctricos, es imprescindible actuar con suma cautela. Sobre todo tenemos que tener en cuenta los siguientes consejos:

  • Antes de comenzar cualquier tarea, como cambiar una lámpara, arreglar un enchufe o toma de corriente, hay que cortar la corriente eléctrica en toda la casa o, al menos, en la zona en la que se va a trabajar.
  • Es importante disponer de material homologado y contar con herramientas adecuadas, de buena calidad y protegidas con material aislante para 1.000 V.
  • Comprobar el estado de los cables. No utilizar los que estén dañados, ni tampoco clavijas de enchufe rotas, ni aparatos cuya carcasa presente desperfectos.
  • No tocar nunca cables, enchufes, ni aparatos eléctricos con las manos mojadas ni con los pies descalzos. Tampoco utilizar aparatos eléctricos si están mojados o húmedos.
  • Desconectar los aparatos eléctricos tirando de la clavija del enchufe, no del cable.
  • Evitar utilizar, siempre que sea posible, el uso de prolongadores o alargadores, y los llamados «ladrones» y regletas. No conectar aparatos de gran potencia simultáneamente. Cada electrodoméstico debe ir en una toma de corriente independiente. Las regletas vienen bien para aparatos de poco consumo: cargadores de móvil, tabletas, ordenador, etc.
  • Leer los manuales de instrucciones de los aparatos o máquinas eléctricas antes de utilizarlos y seguirlas escrupulosamente.
  • Las tomas eléctricas deberían estar lejos del alcance de los niños. Si son enchufes dotados de seguridad infantil (con un obturador que tapa los orificios) no hay problema. Si no lo son, habría que sustituirlos por estos o, como último recurso,  por protectores de plástico para enchufes.
  • No tratar de reparar ni manipular la protección o cubierta de los equipos eléctricos.
  • No utilizar un aparato averiado hasta después de su reparación.
  • No utilizar agua para apagar fuegos donde es posible que exista tensión eléctrica.
  • En caso de avería o incidente, cortar la corriente general inmediatamente.

Ante una persona electrocutada hay que actuar con rapidez:

  • En todos los casos, como primera medida, cortar la tensión.
  • Apartar al electrocutado de la fuente de tensión, sin mantener un contacto directo con él, utilizando para ello elementos aislantes: palos, pértigas o sillas de madera, guantes aislantes, etc.
  • Si se está capacitado, proporcionar de inmediato los primeros auxilios.
  • Avisar, lo antes posible, a los servicios de urgencia sanitaria.

Precauciones en las zonas “húmedas” del hogar

Un caso especial y aparte es el de los trabajos que se realizan en el cuarto de baño o en la cocina. En estas zonas, por ser las zonas «húmedas» de la casa, hay que extremar las precauciones. El agua y la electricidad en un mismo sitio provocan conflictos, ya que el agua es un buen conductor de la electricidad.

1.    En el cuarto de baño

Hay que distinguir tres zonas:

  • Zona de prohibición, que se corresponde con el espacio ocupado por la bañera o la ducha, en la que está prohibida la instalación de cualquier aparato o mecanismo eléctrico.
  • Zona de protección, ocupa el perímetro de un metro alrededor de la bañera o ducha, en la que se pueden instalar enchufes de seguridad y aparatos de iluminación de instalación fija, que no tengan partes metálicas fijas.
  • Zona exterior, la que queda fuera de las dos anteriores, en la que se admiten aparatos que carezcan de partes metálicas. Se recomienda que todos los enchufes tengan toma de tierra.

2.    En la cocina

Por lo que respecta a la cocina, hay que tener en cuenta que todos los enchufes deben tener toma de tierra y estar, al menos, a cincuenta centímetros de los planos verticales de la cocina y fregadero, y contar con el amperaje reglamentario para cada aparato.

Debe evitarse el uso de multitomas o adaptadores para los grandes electrodomésticos, como horno, lavavajillas y frigorífico.

Estos consejos no son exhaustivos, pero sí son los más esenciales. Si sientes más inquietud por el tema, puedes consultar el Reglamento electrotécnico para baja tensión. Además, el Seguro de MAPFRE Salud te proporcionará la tranquilidad de saber que, en caso de accidente, estarás en las mejores manos.