Qué es el desbroce del terreno y cuándo es necesario

José Moreno Ferre

Arquitecto Cofundador de med.arquitectos | Web

Arquitecto, apasionado del diseño. Desarrolla su actividad profesional a través de su estudio med.arquitectos, del que es cofundador y arquitecto de proyectos. Compagina su actividad principal trabajando como escritor para el periódico Diario de Almería en la columna semanal "La Cuarta Pared", a la vez que colabora con MAPFRE redactando artículos técnicos, constructivos y de diseño.

El desbroce de un terreno es un proceso muy simple desde el punto de vista del conjunto de una obra, pero muy laborioso si no se cuentan con las maquinarias e infraestructuras necesarias para llevarlo a cabo.

Qué es el desbroce de un terreno

A priori puede parecernos un término desconocido y un tanto técnico, pero, sin embargo, el desbroce del terreno no es más que limpiar una zona natural para poder trabajar en ella con mayor comodidad.

Aunque los desbroces de terreno siempre se realizan en parcelas o solares donde la naturaleza salvaje ha invadido todo el espacio, no se trata de ningún modo de deforestar ni de la destrucción de la naturaleza autóctona, es más, este tipo de actos suelen estar prohibidos en espacios de cierto valor natural como pueden ser las zonas de especial protección o los parques naturales.

Se trata simplemente de un proceso de limpieza de basura y malas hierbas. Muchas veces implica un pequeño movimiento de tierras, ya que se pueden acumular grandes montículos de desechos. Al proceder al desbroce se tiende a dejarlo todo lo más horizontal posible.

Cuándo es necesario el desbroce de un terreno

La finalidad de un desbroce de terreno puede ser variada, pero por lo general se realizan para sanear una parcela con el objetivo de proceder a una obra de edificación o para obtener un terreno cultivable para un huerto, una granja o algún tipo de explotación agrícola del terreno.

También es muy común que las ordenanzas municipales determinen que las parcelas urbanas deban estar limpias y valladas, en este sentido, es posible que sea obligatorio desbrozar un terreno para evitar que se termine convirtiendo en un basurero urbano. En estos casos, suele ser necesario solicitar la correspondiente licencia urbanística en el ayuntamiento en el que se encuentre situado el terreno en cuestión. Este tipo de trámites de licencias tienden a ser muy sencillos y no suponen un gran coste en cuestión de tasas urbanísticas. Sin embargo, recomendamos siempre informarse primero, poniéndose en contacto con el ayuntamiento antes de proceder al desbroce.

Igualmente, es necesario un desbroce de terreno en pequeñas obras de adecuación de un jardín. Es muy habitual trabajar en las inmediaciones de una vivienda unifamiliar para colocar pavicésped, realizar proyectos de paisajismo totales, instalar un riego automático o cualquier otra acción que suponga tratar de alguna manera el viejo terreno natural en mal estado.

Proceso de desbroce de un terreno

Las formas de abordar el desbroce de un terreno pueden ser muy variadas, pero todas ellas tienen en común los siguientes pasos:

1. En primer lugar, como ya hemos comentado, debemos asegurarnos de la necesidad de contar con una licencia urbanística para proceder. En estos casos, es recomendable contar con un técnico que nos ayude en todo este tipo de trámites. Cabe mencionar que, en los casos de viejas parcelas urbanas donde se obliga a mantenerlas con ciertos parámetros de salubridad, también suele ser obligatorio vallarlas según la normativa municipal.
2. Aunque parezca una obviedad, antes de proceder al desbroce es importante contar con todas las medidas de seguridad. Necesitaremos guantes, gafas, botas, pantalones largos de obra…
3. Si vamos a utilizar algún vehículo, como, por ejemplo, un pequeño tractor con pala, es importante que conozcamos a la perfección su funcionamiento y que contemos con los respectivos permisos en caso de que fuesen obligatorios.
4. Antes de empezar, evaluaremos la circulación y los recorridos que vamos a seguir durante el desbroce. Identificaremos las salidas para determinar qué zonas son las más indicadas para empezar a trabajar. Y sobre todo la ubicación de los contenedores de escombros.
5. Por lo general, empezaremos por la zona central de la parcela, rebajando al máximo el volumen principal a desbrozar. Si contamos con una gran máquina, podemos arrancar directamente los pequeños troncos o malas hiervas que nos encontremos.
6. Una vez rebajada la parte central, marcaremos los extremos para ir acotando la zona de trabajo pendiente. Daremos pasadas en direcciones longitudinales y posteriormente en el otro sentido, asegurándonos así un resultado perfecto.
7. Cuando tengamos toda la zona limpia es la hora de tratar la gestión de los residuos. Si hemos ido almacenando toda la maleza en contenedores de obra, lo mejor es ponerse en contacto con la empresa que los gestiona para que procedan al transporte de los residuos a la planta de tratamiento que sea oportuna.

Los desbroces de terreno, sobre todo los que hacemos en nuestro propio jardín, siempre pueden correr con algún riesgo de incidente, bien sea humano o material, por eso es necesario contar siempre con un Seguro de Hogar MAPFRE que nos indique cómo actuar en cada caso.